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La oposición en bloque rechaza el Plan de Vivienda de Madrazo

Más de 83.000 ciudadanos se han inscrito en el servicio Etxebide para conseguir un piso

Todos los partidos de la oposición coincidieron ayer en sus críticas al Plan de Vivienda 2002-2005 elaborado por el Gobierno: le falta ambición. El consejero de Vivienda, Javier Madrazo, compareció en el Parlamento para dar cuenta de las actuaciones desarrolladas durante el año pasado, pero su intervención no convenció a PP, PSE ni a la suspendida Batasuna. Los tres grupos le reprocharon, entre otras cuestiones que el objetivo que se ha marcado en el plan, poner en el mercado 25.400 pisos protegidos en 2005, es "insuficiente" para cubrir la demanda real.

Durante los 45 minutos que duró su primera intervención, Madrazo no hizo ninguna referencia a la escalada de precios de los pisos, que sitúan a las capitales vascas entre las más caras de España, ni al creciente número de demandantes de vivienda inscritos en el servicio Etxebide. Fue en el turno de réplica a los grupos cuando habló de ambas cuestiones. El representante de Batasuna, Antton Morcillo, fue el primero en echarle en cara su "olvido". "Usted sólo habla de los logros conseguidos por el departamento en su tiempo de gestión, pero se olvida de que los precios siguen hacia arriba y de que ha aumentado un 30% el número de demandantes de vivienda". Morcillo recomendó al titular de Vivienda que elabore un auténtico "plan de choque" para hacer frente a la situación, al estimar que el redactado por su departamento es "continuista y no presenta nigún tipo de innovaciones".

Según los datos facilitados por el consejero en su segundo turno, en la actualidad hay 83.000 personas inscritas en el servicio Etxebide, que gestiona y depura las listas de espera para los sorteos de viviendas. El portavoz socialista, Jesús Loza, recalcó que, con la previsión de construcción de casas, va a costar más de "veinte años" dar satisfacción a las peticiones. "Con lo que construye directamente el departamento o a través de conciertos con promotores sólo se cubre la demanda nueva que sale cada año. ¿Y qué pasa con los ciudadanos que llevan apuntados varios años?", preguntó a Madrazo.

Loza destacó la ausencia de un "pacto social" entre instituciones y agentes implicados en la construcción de casas para moderar el crecimiento de los precios y reprobó que el programa de ayudas a la adquisición de vivienda usada beneficia a los ciudadanos con las rentas más altas. "Los que cobran 9.000 euros al año sólo podrían aspirar a ayudas para un piso de 54.000 euros, que no existen en el mercado. Sólo a partir de los 21.000, 27.000 o los 33.000 euros de renta se puede aspirar a ayudas para pisos que cuestan 150.000, 156.000 o 162.000 euros", señaló Loza.

"Muchas inconcrecciones"

La representante del Partido Popular, Arancha Quiroga, interrogó de manera exhaustiva al consejero y a sus asesores sobre el balance del año 2002 para llegar a la conclusión de que "el plan contiene muchas inconcreciones". "Con la situación actual, el Gobierno tiene que ser más ambicioso para cubrir las necesidades que tienen los ciudadanos", agregó.

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La comparecencia de Madrazo ante el Parlamento se produce después de la polémica abierta con la oposición por su negativa a debatir el plan en un pleno monográfico, en el que populares, socialistas y Batasuna hubieran podido plantear propuestas de resolución y modificar en parte el documento. Madrazo garantizó a la oposición que la Cámara se va convertir en un referente para los debates sobre vivienda. Precisamente, mañana se tratará en pleno una proposición no de ley del PP sobre el plan 2002-2005.

El consejero reconoció que el Gobierno debe encabezar el proceso para combatir la carestía de la vivienda, pero recordó a Morcillo, Loza y Quiroga que sus partidos también tienen una responsabilidad, al ocupar varias alcaldías en la comunidad. "Los ayuntamientos pueden favorecer una política de vivienda de protección oficial". Según Javier Madrazo, este tipo de política es la única que puede moderar al mercado libre.

Durante el año pasado, la vivienda protegida alcanzó una cuota de mercado del 34,2%, con la construcción de 5.042 pisos, lo que supone un récord en el País Vasco. A falta de las últimas contabilizaciones, el departamento ejecutó en 2002 el 94,19% del presupuesto, es decir 118,7 millones de euros de los 126 que tenía asignados.

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