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Reportaje:

El desafío de sentirse uno más

Los colectivos de inmigrantes señalan las dificultades de integración y el idioma como las principales dificultades de estos alumnos

El desconocimiento en la escuela de la nueva realidad multicultural; la falta de formación del profesorado; el reto de aprender un nuevo idioma, o la deficiente escolarización previa son las dificultades con las que se topan de cara cada curso los más de 133.000 escolares inmigrantes que hay matriculados en los colegios e institutos españoles. Representan casi el 2% del alumnado y la mayoría procede de África, América del Sur y Europa.

Aunque sus problemas de integración en las aulas no son iguales, todos comparten una misma dificultad: la de haber emigrado y, por tanto, la de tener que adaptarse a un nuevo país, lo que muchas veces condiciona su rendimiento escolar.

La semana pasada el seminario Emigración y educación. La intervención de la comunidad educativa, organizado por el Consejo Escolar, abordó este asunto. En él participaron representantes de asociaciones de inmigrantes de Marruecos, de Latinoamérica, de Europa del Este y China que expusieron cómo viven sus estudiantes la integración en las aulas españolas.

A los estudiantes chinos les cuesta aprender español porque apenas hablan con otros chicos
"Los problemas que suelen sufrir los niños marroquíes afectan a su vida académica"

- Alumnos latinoamericanos. La mayoría de los alumnos latinoamericanos que viene a España tiene un nivel académico más bajo que el que se imparte aquí, especialmente los que proceden del campo. El coordinador general de Proyectos de la Asociación Cultural por Colombia e Iberoamérica, José Higuera, fue muy crítico con el sistema educativo español: "No está pensado para que los alumnos latinoamericanos puedan llegar a la universidad, sino para que sean albañiles o asistentes domésticos". Y criticó los "colegios guetos" en los que se han convertido los centros de las periferias de las grandes ciudades, donde los niños sólo se relacionan con otros de su misma nacionalidad. Higuera dijo que la compensación educativa debería de expandirse también a los alumnos españoles. "Así, cuando un niño colombiano estuviera en clases de refuerzo de matemáticas o lengua, los alumnos españoles podrían estudiar, por ejemplo, cultura colombiana", dijo.

- Alumnos marroquíes. "Los problemas familiares, económicos y el ambiente hostil que suelen sufrir los niños marroquíes afecta directamente a su vida académica", aseguró el presidente de la Asociación de Trabajadres e Inmigrantes Marroquíes en España, Mustafá el M'Rabet. El problema del idioma es el menor, "podría resolverse en tres meses si los centros contasen con los medios adecuados". El más grave, según él, es que los chicos marroquíes no se sienten integrados en su colegio con el resto de los chicos y por eso acaban dejando los estudios. Señaló que esta situación se resolvería si los directores de los colegios y la comunidad escolar se implicasen más. "Los centros sólo llaman a los padres cuando el niño no viene a clase o ha pegado a otro niño. Esa llamada debería hacerse antes de que suceda esto", señaló.

- Alumnos de Europa del Este. Los alumnos de Europa del Este no tienen grandes problemas de adaptación. Su nivel académico cuando llegan a España suele ser muy bueno así que las dificultades se centran, y sólo al principio, en el idioma. "La experiencia de los últimos años ha demostrado la poca eficacia de aplicar la compensación educativa, pensada en un principio para los estudiantes españoles con problemas de aprendizaje, a nuestros alumnos. Lo más adecuado sería poner en marcha un verdadero programa de acogida lingüística y seguimiento diseñados en función de las necesidades particulares de este colectivo", señaló la presidenta de la Asociación Cultural Hispano Polaca, Margarita Malasnicka. Y señaló que es muy importante que los centros "preserven la autoestima de estos alumnos y su identidad cultural para que no se sientan marginados y consigan, así, una verdadera integración".

- Alumnos chinos. El principal problema de los estudiantes chinos es la dificultad que tienen para aprender el castellano. El presidente de la Organización del Fondo Chino Español, Yu Kuang Chen, explicó que el contacto de los niños chinos con otros niños españoles es muy "escaso" y se limita al horario lectivo, lo que frena su velocidad de aprendizaje. En el colegio, los alumnos chinos se pasan el tiempo escuchando a los demás y leyendo los libros de texto. "Practican básicamente la comprensión auditiva y la lectora y escasamente la expresión escrita y la oral", dijo. Otra dificultad es la marginación que sufren cuando son pequeños debido a que tiene costumbres y hábitos diferenciados de la mayoría, lo que ocasiona la "burla" de los otros. De los jóvenes llegados a España muy pocos continúan sus estudios por la falta de dominio del idioma lo que hace que se integren muy pronto en el mundo laboral.

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