Los vecinos de Calp exigen la conservación de la laguna de las Salinas
El Ayuntamiento aprueba la construcción de 2.200 apartamentos en esta zona húmeda
"En Galicia sufren la marea del chapapote y aquí tenemos el hormigonazo". De esta manera se lamentaba ayer Ana Sala, presidenta de la Asociación Cultural y Ecologísta de Calp, que reunió a unas 300 personas que, con motivo del día de las zonas húmedas, se manifestaron para exigir la conservación de las Salinas, un paraje natural y húmedo amenazado por la construcción de 2.200 apartamentos en varias urbanizaciones.
La laguna de las Salinas de Calp (Marina Alta) es parada obligatoria para numerosas aves migratorias, entre éstas los flamencos. Mark Duchamp, conservacionista, asegura que hace unos años los ornitólogos cifraron en 157 las especies que pasaban por esta zona húmeda, ahora, con la proliferación de nuevas urbanizaciones, apenas se contabilizan 15 aves. "Es un asesinato a sangre fría de la laguna de los flamencos", comentaba ayer indignado.
La Asociación Cultural y Ecologista de Calp, conmemorando su segundo aniversario y el Día Mundial de los Humedales, organizó ayer una actividad reivindicativa. Ataviados con monos blancos como su fueran a limpiar chapapote, con picos de ave, pancartas contra las edificaciones y con flamencos de cartón crucificados denunciaron la "masificación, el hormigonazo y la agresión brutal" que este enclave protegido sufrirá cuando se construyan todas las urbanizaciones previstas.
Según los organizadores de esta protesta, el Ayuntamiento de Calp, en manos del PP, ha desclasificado los terrenos y ha aprobado los planes para construir "torres de 50 metros de altura y varios chalés que impedirán la llegada de aves migratorias", explicó Ana Sala, presidenta de la Asociación. "Han robado una franja protegida de la laguna para dársela a los urbanizadores", denunció Duchamp. "Las salinas se mueren y cada vez hay menos aves que paren aquí", agregó el conservacionista.
El colectivo denuncia el proyecto de benidormización que el gobierno municipal está impulsando, con una masiva construcción de apartamentos turísticos en detrimento del medio ambiente. Los manifestantes se mostraron "desesperados e indignados" antes estos planes. Según la presidenta del grupo ecologista, si se construyen todos los apartamentos previstos las aves migratorias "no podrán descansar en las lagunas y pasarán de largo, hacia otras regiones con menor presión urbanística".
La zona incluida en el plan Natura 2000 estaba protegida, según los ecologistas, pero el Ayuntamiento modificó la categoría para poder construir. Ayer domingo unas 300 personas apoyaron a este colectivo y juntos recorrieron el paraje y se manifestaron bajo el lema Salvem les Salines. El concejal de Medio Ambiente, Moisés Vicent, según los miembros de la Asociación, organizó una acto paralelo, con motivo del día de las zonas húmedas, que "fue un fracaso y no obtuvo una respuesta favorable del público, ya que la mayoría de la gente se sumó a la manifestación contra las construcciones, y a favor de la protección de esta laguna", aseguró Sala, que recogió decenas de firmas de apoyo.
Los organizadores del acto manifestaron su satisfacción por la respuesta de los vecinos, y anunciaron que durante las próximas semanas intensificarán las actividades para intentar paralizar el proyecto urbanizador. "De lo contrario, los flamencos de Calp están condenados, y luego nos tocará a nostros y a nuestro pueblo", rezaba uno de los comunicados que repartieron. Para los conservacionistas estas aves son un tesoro "ecológico, social, medioambiental y turístico" que se debe preservar.
Con motivo del Día Mundial de las Zonas Húmedas los centros de información del Hondo de Elche-Crevillent, las lagunas de La Mata en Torrevieja y las Salinas de Santa Pola permanecieron abiertas, y ofrecieron a los visitantes la posibilidad de observar las distintas especies. La catalogación de estas zonas como de especial protección para las aves por parte de la Unión Europea, según la Consejería, ha permitido la conservación de varias especies.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.