Lo peor de todo
He visto por la CNN la parte del discurso de George W. Bush (sobre el estado de la Unión) dedicada al tema de Irak. Un discurso plagado de tópicos patrioteros, referencias a Dios, permanente tono maniqueo y recursos de predicador televisivo. Pues bien, lo peor de todo es que da la impresión de que este hombre, todo esto, se lo cree. O sea, que, más acá de las consideraciones sobre el petróleo y la geopolítica, existe un fuerte componente de fundamentalismo ideológico-religioso. Y un fuerte componente de temor paranoico al terrorismo. El de Bush ha sido un discurso para meterle miedo al pueblo y justificar la guerra, un discurso de mal agüero, ensombrecido por los pueriles aplausos de los senadores norteamericanos puestos en pie.
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