Fox desea suprimir "Estados Unidos" del nombre oficial de México

México no se llama México, sino Estados Unidos Mexicanos. El gubernamental Partido de Acción Nacional (PAN), del presidente Vicente Fox, considera que el nombre incorporado a la Constitución de 1824 estableció una emulación de Estados Unidos de América, cayó en desuso y debe sustituirse. El país debe llamarse en la Carta Magna "México", tal como es conocido en el mundo. La propuesta fue presentada ante la Cámara de Diputados por el coordinador del PAN, Luis Felipe Calderón Hinojosa. "Cuando nos preguntan nuestro origen, contestamos solamente México, y no Estados Unidos Mexicanos", justificó.

El nombre a eliminar respondió a la pretensión de desarrollar en México, independizado de España en 1821, el sistema federal norteamericano. No se ha conseguido. Según Calderón, la palabra "México" no implica connotaciones centralistas, sino que "está impregnada de federalismo y refiere la pluralidad de nuestra nación". Pero su propuesta no es ingenua, inocente u ociosa, según el gobernador de Zacatecas, Ricardo Monreal, apoyado por el Partido de la Revolución Democrática (PRD), de izquierda.

"Así como los nuevos ricos del pueblo se mandan hacer su árbol genealógico, así todos los partidos que llegan al poder buscan glorificar sus hazañas y acomodar la historia a su modo", escribió en el diario Milenio. Este año es electoral, y "cada vez es más común que un alcalde panista proponga cambiar los nombres de las calles", agrega. El Partido Revolucionario Institucional (PRI) gobernó México durante siete decenios, hasta su derrota en las presidenciales de 2000.

El nacionalismo impartido en las escuelas hunde sus raíces en la historia. La mayoría de los mexicanos siente una suerte de amor-odio por Estados Unidos, que les arrebató la mitad del territorio nacional en la guerra de 1847-1848, pero sigue siendo la tierra de promisión, el destino natural de los cerca de 20 millones de mexicanos que emigraron en los últimos decenios porque en México no tenían futuro. Los más esquinados, según reconocían en privado, se alegraron de los atentados terroristas del 11-S en Nueva York y Washington.

El PAN no es el primer impulsor del cambio de nombre. El 29 de julio de 1853, el presidente Antonio López de Santa Ana anunció por decreto el nacimiento de la "República mexicana". Los liberales restituyeron en la Constitución de 1857 el nombre de "Estados Unidos Mexicanos", y el estatuto provisional del Imperio mexicano (1865), sin vigencia, determinó que "la forma de gobierno proclamada por la Nación y aceptada por el emperador (Maximiliano de Habsburgo (1864-1867), es la monarquía moderada, hereditaria, con un príncipe católico". La revisión no es tanto gentilicia, sino política, según Monreal. "Los cambios constitucionales de nombres se traducen en cambios de régimen políticos".