Los dirigentes palestinos temen una escalada de la represión israelí

La victoria del partido nacionalista Likud preocupa a los dirigentes palestinos, que temen una "escalada de la represión" y que no descartan como primer gesto la ocupación de la franja de Gaza. Las organizaciones integristas, por su parte, han anunciado ya que responderán a la "violencia con violencia" y que continuarán impulsando la Intifada.

La alarma de los palestinos por el triunfo de Ariel Sharon contrasta con la moderación del presidente egipcio, Hosni Mubarak, quien desde El Cairo envió un mensaje de felicitación al ex general y le invitó a reunirse con él, una vez forme gobierno. La invitación supone un giro en la actitud de Mubarak, que en la legislatura anterior se negó a reunirse con Sharon.

También fueron prudentes los Gobiernos occidentales. Londres prometió trabajar con Sharon para impulsar la paz, que permita un "Israel seguro y un Estado de Palestina", dijo ayer un portavoz del Gobierno británico. Javier Solana, representante de la política exterior y de seguridad de la Unión Europea, invitó a Sharon a "enfocar su mandato para encontrar la paz para siempre en Oriente Próximo".