La CIA trata de reclutar a árabes estadounidenses
El Gobierno de EE UU teme que células terroristas durmientes puedan esconderse entre sus comunidades de origen árabe. Para tratar de evitarlo ha desplegado una doble estrategia: vigilarlas y reclutarlas. Mientras la CIA busca agentes que hablen árabe, el FBI se dedica a interrogar a los iraquíes con nacionalidad estadounidense.
"¿Por qué trabajar en una compañía cuando puedes servir a la nación?", pregunta el anuncio de The Economist. "Durante más de cien años, los árabes-estadounidenses han servido al país. Ahora os necesitamos más que nunca". La página de publicidad, que también ha aparecido en los principales periódicos estadounidenses, ofrece una "carrera ventajosa, increíbles oportunidades y una meta interesante". Bajo una vieja foto de la Estatua de la Libertad aparece el sello de la Agencia Central de Inteligencia.
"Estamos buscando a estadounidenses de origen árabe, de la segunda o tercera generación, que tengan un conocimiento de la cultura y de la lengua", dice uno de los portavoces de la agencia. "Es la primera vez que lanzamos una campaña de reclutamiento exclusivamente destinada a los árabes-estadounidenses. La CIA ha dedicado muchos recursos a Oriente Próximo, pero desde el 11-S han aumentado nuestras necesidades en la guerra contra el terrorismo".
Durante la campaña de Afganistán las carencias del espionaje estadounidense en la zona quedaron muy patentes. Washington debía remitirse a los servicios secretos paquistaníes para conseguir información sobre los talibanes.
Caza de brujas
Pero la campaña se despliega en plena caza de brujas. En los últimos meses, el Departamento de Justicia ha elaborado una lista de países considerados sospechosos cuyos residentes deben notificar su presencia en Estados Unidos. Incluye Irán, Irak, Siria, Libia, Sudán, Afganistán, Argelia, Bahrein, Eritrea, Líbano, Marruecos, Corea del Norte, Omán, Qatar, Somalia, Túnez, Emiratos Árabes Unidos y Yemen. La operación de vigilancia se ha centrado especialmente en los estadounidenses de origen iraquí. El FBI teme que entre las 50.000 personas que constituyen esta comunidad puedan esconderse células durmientes de Bagdad y ha estrechado su vigilancia.
"Es muy contradictorio. Por una parte nos vigilan y por otra nos piden ayuda", dice Muhand Bahia, vicepresidente del Consejo Iraquí-Estadounidense. "Nosotros estamos a favor de la guerra y en contra de Sadam Husein. Mucha gente está ahora muy nerviosa. Temen que aparezca un agente del FBI en su lugar de trabajo y pierdan su empleo. Son poco sutiles, te pregutan si alguien te ha estado acosando últimamente, pero lo que quieren saber es si tú eres un espía".
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