"Las palabras me ayudan a controlar los significados de la imagen"
Las proyecciones de diapositivas empujaron a Josu Rekalde hace más de 20 años al mundo de la imagen, una vertiginosa espiral de cambios técnicos y conceptuales que ha vivido como artista y profesor de Audiovisuales en la Facultad de Bellas Artes de la UPV. "Siempre me ha gustado decir cosas. Empecé experimentando la forma de hacer narraciones con vídeo, entonces muy rudimentario, y por ahí sigo", dice Rekalde.
Pregunta. Cada vez escribe más, utiliza más las palabras para acompañar sus instalaciones.
Respuesta. Sí, me gustan los textos. No me gusta escribir historias continuas y coherentes. Me gustan las historias imposibles, que hablan de sí mismas.
P. ¿Emplea las palabras porque ha agotado las posibilidades de las imágenes?
R. Me he hecho iconoclasta. Antes pensaba que con la imagen se podía decir todo; luego vi que cada uno interpreta como le da la gana, y al final se te escapa el significado. Me ha ido interesando el texto junto con la imagen porque te permite controlar los significados. Las palabras me ayudan a controlar los significados de la imagen.
P. ¿Cómo ha compaginado su tarea de profesor con la de artista?
R. No es fácil y hay muchos profesores que optan por abandonar la actividad artística porque la convivencia, a veces, es esquizofrénica. Yo aprendo de las dos: mi experiencia artística cuenta mucho a la hora de dar clases y los alumnos también me enseñan mucho.
P. ¿El trabajo con medios audiovisuales es diferente de las otras disciplinas de Bellas Artes?
R. Los tiempos han cambiado: en los años 80 lo importante era la especificidad del medio; acabada esa época empezó a haber trasvases de disciplinas y las instalaciones irrumpieron en el panorama artístico con una línea muy transversal. Dentro de la facultad mantenemos la separación de disciplinas, pero los alumnos van de un sitio a otro, dependiendo de lo que le interese.
P. Las obras audiovisuales tienen una dificil salida al mercado.
R. El problema del mercado es viejo. No es sólo arte lo que pasa por las galerías. Ése es un tipo de arte para comercializar, pero existe otro arte que pasa por otros circuitos. Curiosamente los museos, hacen el juego a las galerías. El dinero institucional debería apoyar al arte que no puede comercializarse. No hay soluciones generales, pero cada vez más se intentan otras maneras de producir que incluyen en los gastos el caché del artista. Es una relación diferente entre el artista y el mecenas. El arte no tiene sólo una faceta comercial, sino de servicio público, que hay que reivindicar. Cuando una institución ocupa espacios públicos con arte, el artista está haciendo una labor pública. Esas relaciones están por hacer, quizá hay que establecer nuevos contratos entre artista, institución y público. El artista bohemio y bufón pasó a la historia hace 100 años.
P. ¿Y cuál es en estos momentos su papel?
R. Buscar nuevos caminos. Igual que buscamos caminos estéticos, buscar nuevos caminos de compromiso social y de financiación.
P. ¿El arte en Internet es el siguiente paso de los audiovisuales o algo diferente?
R. No, por ahora no es otra cosa, sino que retoma medios anteriores. El arte en Internet está por nacer, y llegará cuando trabajen los artistas que conocen Internet desde pequeños. De momento, es un soporte para publicar de manera masiva, pero a la vez tiene el problema de la invisibilidad del artista. Para que el artista se de a conocer alguien tiene que trasmitirlo por otros medios, fuera de Internet.
PERFIL
Josu Rekalde (Amorebieta, 1959) estudió Bellas Artes en la Universidad del País Vasco y recién licenciado se convirtió en profesor de Audiovisuales. "Había que crear la facultad, no quiere decir que supiéramos", reconoce 20 años después. El descubrimiento de la obra de Bill Viola y Nam June Paik a principios de los años 80 le llevó al videoarte. Desde 1990 muestra sus instalaciones multimedia en exposiciones individuales.
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