El Pinós y la energía de la almendra

Los responsables de la empresa Cooperativa de Frutos Secos de El Mañá de El Pinós (Vinalopó Mitjà), que dispone de una planta eléctrica de biomasa, han hecho un llamamiento a sus 9.000 socios agricultores para que acudan a la manifestación convocada el próximo mes de febrero en contra del cierre decretado por el Ayuntamiento. Fuentes de la entidad cooperativa han acordado emprender acciones de repulsa a la política "de silencio" del Consistorio, que cerró la actividad de la factoría eléctrica el pasado mes de octubre. La planta, que utiliza cáscaras de almendra para generar energía, dispone de todos los permisos de las consejerías de Medio Ambiente e Industria para comenzar a trabajar, y sólo le resta el permiso municipal.

Fue la presión de grupos de vecinos al alcalde, Ramón Cerdá, del Centro Liberal (CL), lo que motivó el decreto de cierre de la planta y la modificación del planeamiento urbano para evitar la instalación de empresas de riesgo en los polígonos municipales. Esta modificación aún debe ser aprobada por la Consejería de Urbanismo. Sin embargo, el primer edil de El Pinós explica que el cierre se debió a que "la empresa no tenía licencia de obra, sino un acuerdo de la comisión de gobierno para edificar en el caso de que no se modificara el Plan General", como sí ha sido.

No obstante, Cerdá está dispuesto a buscar una nueva ubicación para la planta y a sufragar la obra civil del traslado. El alcalde aseguró que en los próximos días se sentará con los responsables de la empresa. "Aunque no confío en alcanzar ningún acuerdo con ellos", afirma.

Frutos Secos de El Mañá dispone de una factoría en El Pinós que utiliza la biomasa, catalogada como energía renovable, para producir energía. La planta ofrece una potencia de 3.350 kilowatios y un consumo de combustible de 3.334 kilos de materia orgánica por hora. El alto poder calórico de la cáscara de almendra, principal combustible de la planta, genera unas 3.840 kilocalorías por kilo, lo que supone un rendimiento del 82% de la materia consumida. La entidad cooperativa cuenta con unas reservas anuales de 20.000 toneladas al año de cáscaras de almendra, podas de olivos y viñedos, que ofrecen los cerca de 9.000 agricultores de 11 provincias españolas, principalmente de Alicante. La energía se distribuye a través de la subestación de Iberdrola.

Sin embargo, estos resultados están en el dique seco tras la decisión del Ayuntamiento de El Pinós que, tras escuchar las protestas de un grupo de vecinos, decidió no autorizar la actividad de la planta.

Esta situación supone al día unos 300.000 euros en pérdidas a la factoría, que mantiene 105 puestos de trabajo directos, según fuentes de la empresa.

El Ayuntamiento decidió la clausura de la planta en un pleno en octubre. Desde el pasado 23 de octubre, tras la entrega de la orden de cierre por parte de un agente municipal, la empresa está clausurada. Grupos vecinales consideraban perniciosa la emisión de humos producidos por la combustión de los residuos agrícolas con que se alimenta la planta eléctrica.

"Ahora sólo mantenemos una actividad mínima de mantenimiento para evitar problemas el día que se nos den la razón", comentan desde la empresa.