Juicio en Sevilla contra el único imputado por la marcha antiglobalización

La Fiscalía de Sevilla pide ocho meses de prisión y una multa de 2.700 euros para el único imputado por los incidentes en la manifestación antiglobalización del 22 de junio del año pasado en Sevilla, coincidiendo con la cumbre de la UE, en los que rompió dos escaparates y se resistió a su detención. El acusado D.V.R. rompió a pedradas las lunas de una sucursal bancaria de Unicaja y de una oficina de la compañía Mapfre.

El fiscal, en el juicio que celebrará en los próximos meses un juzgado penal de Sevilla, imputará al procesado un delito de resistencia a la autoridad, por el que reclama ocho meses de prisión, y otro delito de daños, con una pena de 15 meses de multa y cuota diaria de 6 euros, equivalente a 2.700 euros. Además de la multa y la pena de prisión, el fiscal reclama al acusado los 1.481 euros que costó reponer las lunas rotas.

El acusado, residente en un pueblo de la provincia de Córdoba, está en libertad provisional desde la tarde del mismo 22 de junio de 2002, tras prestar declaración en el juzgado de guardia. En un principio, el imputado fue sólo acusado de un delito de daños, al superar los desperfectos causados los 300 euros, aunque posteriormente el juzgado de instrucción amplió los cargos a otro delito de resistencia a la autoridad ya que al ser detenido se opuso a la acción de los agentes y lesionó a algunos de ellos.

D.V.R. fue el único detenido que compareció en el juzgado por los incidentes de la marcha antiglobalización que recorrió las calles de Sevilla coincidiendo con la cumbre de jefes de estado y de gobierno de la UE, aunque otros dos chicos de 17 años fueron detenidos por increpar y enfrentarse a la policía. Al ser menores de edad, pasaron a disposición de la Fiscalía de Menores, que los dejó bajo tutela de sus padres.