La Polonia simbolista se presenta por primera vez a través de cien pinturas
Una exposición reúne fondos de museos polacos entre 1890 y 1914
El impresionismo, el posimpresionismo y el simbolismo son los movimientos artísticos que definen la exposición Polonia fin de siglo, 1890-1914, presentada ayer en la Fundación Cultural Mapfre Vida, de Madrid (avenida del General Perón, 40, hasta el 23 de marzo). La producción, con la colaboración del Museo Nacional de Varsovia, recoge fondos de museos y colecciones polacos, en una selección de 79 óleos, dos dibujos, 33 grabados y un conjunto de revistas y libros.
La historiadora del arte Monika Poliwka, como comisaria, destacó la Polonia simbolista en un tiempo en que el país estaba dividido, desde 1795, entre tres potencias invasoras, el Imperio Austro-Húngaro, Prusia y Rusia. "El nacionalismo está muy presente en el arte polaco", afirmó, al señalar el periodo simbolista, desde 1898, con el movimiento de la Joven Polonia, con sus temas basados en el arte popular, la arquitectura tradicional y el folclor.
La exposición recoge también los intercambios de los artistas en su formación y conocimiento de las corrientes modernas, en Viena, Múnich y París, con viajes a Italia, España y los países nórdicos. Los jóvenes artistas descubrieron en París el impresionismo y el posimpresionismo, como en los casos de Pankiewicz y Podkowinski. Otros pintores que marcan la época son Malczewski, Wyspianski, Mehoffer, Ruszcyc, Weiss, Wyspianski, Slewinski, Pankiewicz, Jasinski y Sichulslki. El director de la fundación, Pablo Jiménez, destacó la carga moral del simbolismo como nuevas vías de espiritualidad.
Babelia
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