Los Verdes propone la creación de oficinas de seguridad alimentaria en los municipios

El portavoz de Los Verdes de Andalucía, Francisco Garrido, explicó ayer que han propuesto al PSOE que incluya en el próximo programa electoral municipal la creación de oficinas de control, calidad y seguridad alimentarias, que permitan aumentar la vigilancia sobre estos productos y facilitar información a los ciudadanos. Garrido considera que la actual red existente, que descansa tanto en la Administración autonómica a través de la Consejería de Salud como en los ayuntamientos, es "deficiente" y "descoordinada".

Como ejemplo de la falta de vigilancia, Garrido aseguró que en todo el año pasado en Málaga sólo se controlaron 15 kilos de moluscos y recordó un muestreo elaborado por Los Verdes hace dos años que revelaba que el 73% de las gambas analizadas tenían restos de ácido bórico, a pesar de que está prohibida su utilización.

El portavoz de la organización, que hizo hincapié en la necesidad de garantizar la calidad de los alimentos, indicó que los casos de mortandad en Andalucía por cáncer de colon, "el más vinculado a la alimentación", han pasado de 349 a 1.300 en veinte años, desde 1980 a 2000. En ese ascenso Garrido cree que han influido claramente "el cambio de hábitos alimentarios" y "el consumo de productos con elementos tóxicos".

Los Verdes consideran que las oficinas municipales complementarían la labor de la Agencia de Seguridad y Calidad Alimentaria, aprobada por el Consejo de Gobierno el año pasado pero que todavía no ha superado el trámite parlamentario. Francisco Garrido pidió que se agilice el procedimiento para aprobar este proyecto de ley, aunque su formación planteará algunas reformas al texto actual a través de propuestas que dirigirán a la Consejería de Salud.

En concreto, reclaman una serie de cambios dirigidos a "reforzar la independencia" de la Agencia frente al Gobierno y a las empresas de la industria agroalimentaria, así como otras modificaciones encaminadas a potenciar el "principio de precaución", para comercializar sólo aquellos productos "de los que sepamos con razonable certeza que no son nocivos".