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Reportaje:

Teólogos de todo el mundo respaldan al 'hereje' Tamayo

El obispo Casaldáliga expresa su disgusto por la condena vaticana al pensador español

"No queríamos taza y tendremos tazas hasta colmar todos los vasos de la polémica". Así interpretó el viernes un teólogo católico las consecuencias de la nota de la Conferencia Episcopal Española contra el teólogo Juan José Tamayo-Acosta, al que la Iglesia romana acusó de arrianismo el pasado día 7, después de investigar durante tres años en sus numerosos libros. Cientos de teólogos de todo el mundo; varios obispos, alguno español; decenas de comunidades de religiosas y religiosos, y filósofos, escritores y artistas de varias especialidades han alzado su voz contra esa condena inquisitorial, proclamada por la comisión episcopal española correspondiente a la Congregación para la Doctrina de la Fe (antiguo Santo Oficio de la Inquisición), que preside el cardenal Joseph Ratzinger.

La campaña en favor de Tamayo subraya una vez más el atractivo de los heterodoxos, aunque Tamayo insiste en que no es ningún hereje y que la investigación "clandestina", llevada a cabo por los teólogos de Roma "con alevosía y nocturnidad", no ofrece argumento alguno para la condena. "¿Cree usted en Dios, señor Tamayo?", le preguntó el viernes en Pamplona una de las personas que acudieron a escucharle en un conferencia organizada por el Ateneo de la capital navarra. Tamayo contestó: "Creo en el Dios de Jesús de Nazaret y respeto las manifestaciones de Dios de las otras religiones".

Entre sus 300 oyentes ateneístas, Tamayo percibió ya las consecuencias del aparatoso anatema episcopal. "Noté que allí había un porcentaje apreciable de personas que asumían la veracidad de la condena y que ya ven en mí a un descreído y un hereje", confesó ayer, apenado. Pero el teólogo tiene repleta su agenda para conferencias y actos semejantes al celebrado el viernes en Pamplona, donde a la misma hora que Tamayo, pero en la lujosa sede de la Universidad de Navarra, compareció el cardenal Antonio María Rouco, presidente de la Conferencia Episcopal y uno de los inspiradores de la condena romana. Rouco fue investido ese día doctor honoris causa por la institución universitaria del Opus Dei.

Obispos disgustados

Ni siquiera todos los obispos están de acuerdo con el anatema romano. En privado, directamente al afectado o a través de algún colega, han sido varios los prelados que expresan su lamento por el tono tan poco evangélico de la nota condenatoria y por haberse enterado por la prensa de su contenido. Otros se han reconocido lectores habituales de los numerosos libros de Tamayo, lo que era un secreto a voces: su obra Para comprender la escatología cristiana ha sido libro de texto en seminarios españoles e italianos, y el Diccionario abreviado de pastoral, que Tamayo firma con Casiano Floristán, fue editado en Italia por Librería Editrice Vaticana, de la Ciudad del Vaticano.

Otra defensa episcopal de Tamayo, rechazando con severidad y públicamente la condena episcopal, lleva la rúbrica de Pere Casaldáliga, el obispo destinado por Pablo VI a la diócesis de S

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Félix do Araguaia, en la Amazonia brasileña.

En una extensa carta firmada junto al teólogo José María Vigil, también residente en Brasil, Casaldáliga, catalán de nacimiento, le dice a Tamayo: "Creemos honestamente, sin adulación y con gratitud, que tú vienes dando un aporte muy necesario al diálogo entre la fe y la modernidad y la posmodernidad, entre una Iglesia viva y una sociedad inquieta y expectante. Tú eres de los teólogos que responden a preguntas que se hacen, y respondes con un lenguaje que cabe no sólo en los libros especializados, sino también en los manuales de formación y en los medios de comunicación diaria".

Con igual contundencia se ha expresado el Consejo de Dirección de la Universidad Carlos III de Madrid, de la que el teólogo censurado es profesor. Un comunicado emitido por los responsables de esta universidad pública el pasado día 15 subraya que "el doctor Tamayo-Acosta está adscrito al Instituto de Derechos Humanos Bartolomé de las Casas" de esa Universidad, y reafirma a continuación "la libertad de cátedra y, por tanto, de investigación y docencia que es propia de la Universidad y, desde luego, de la Universidad pública, así como las libertades de pensamiento y difusión de las ideas indudablemente conectadas con aquélla". La Universidad Carlos III también proclama que "el pronunciamiento eclesiástico sobre la actividad académica del doctor Tamayo-Acosta en nada afecta, ni puede afectar, al ámbito público, presidido y garantizado por la Constitución y las leyes, en el que se desarrolla la autonomía universitaria y en la que se inscribe la actividad del referido profesor".

Cientos de teólogos también han alzado la voz contra la decisión inquisitorial del Vaticano, entre ellos Juan Antonio Estrada y José María Castillo (Granada), Jesús Peláez (Córdoba), Casiano Floristán (Navarra), Xavier Picaza (Salamanca), Juan Bosch (Valencia-Barcelona) y José María Díez Alegría, Manuel Fraijó y Julio Lois (Madrid). Igualmente han hablado sacerdotes con ejercicio pastoral, religiosos y religiosas de la enseñanza, instituciones académicas y de derechos humanos, y varios portavoces de otras confesiones religiosas. Fuera de España destacan los apoyos del jesuita salvadoreño Jon Sobrino, compañero del asesinado Ignacio Ellacuría; del brasileño Leonardo Boff, y del obispo Jacques Gaillot, prelado de Evreux (Francia) castigado hoy por Roma con el obispado virtual de Partenia.

En el mundo laico, la defensa de la libertad de pensamiento teológico es también clamorosa. En la universidad, Tamayo ha recibido cartas de solidaridad de los catedráticos Pilar Díezandino, Dionisio Llamazares, Luis Aramburu, Tomás de la Cuadra-Salcedo, Gustavo Suárez Pertierra, José Antonio Gimbernat, Carmen Bohórquez, Manuel de la Rocha y Alfredo Fierro, entre otros muchos, y en el mundo de las letras y las artes, han expresado su repulsa los novelistas Álvaro Pombo y Joaquín Leguina, y los responsables de la Fundación Teatro de La Abadía, José Luis Gómez y Joaquín Hinojosa.

Entre las frases de solidaridad con Tamayo figuran perlas como: "En la Iglesia se puede hablar mal de Jesús de Nazaret, pero no de san Josemaría". O esta otra: "Si te queman en la hoguera, yo iré con el extintor". El académico Álvaro Pombo, que en algunos de los libros ha plasmado sus preocupaciones y conocimientos religiosos, expresó incluso su deseo de escenificar la protesta contra la nueva Inquisición con un acto público de apostasía.

Pere Casaldáliga, obispo de la diócesis de São Félix do Araguaia, en la Amazonia brasileña.
Pere Casaldáliga, obispo de la diócesis de São Félix do Araguaia, en la Amazonia brasileña.

"No espanta, pero duele"

"Está demostrado que el Pueblo de Dios y la Sociedad como un todo, no se escandaliza por la libertad, sino por la represión; no por el debate, sino por el secretismo", escribe el obispo Pere Casaldáliga al teólogo Tamayo desde São Félix do Araguaia, en la Amazonia brasileña. El famoso prelado de la Teología de Liberación, catalán de nacimiento, fue protegido por Pablo VI de las criminales amenazas que suscita por su teología y pastoral. "Quien toca a Pedro, toca a Pablo", llegó a decir el famoso papa del Vaticano II.Escribe Casaldáliga a Tamayo: "En esta hora del gran desafío del diálogo interreligioso, se impone más que nunca como premisa previa el diálogo intraeclesial. No nos sorprende, ni nos espanta, la actitud de la Congregación de la Doctrina de la Fe, de Roma, ni el desenlace que, a tres años de investigación secreta, acaba de dar sobre tu teología la Comisión española. Pero nos duele, como a millones en el mundo, hace años, que no seamos capaces de dialogar, de respetarnos mutuamente como adultos, de dar, sí, cada uno, la respectiva aportación, pero permitiendo la contribución del otro: en tu caso, y en tantos casos, una aportación de teólogo. ¿Es que vamos a llegar al punto de prohibir hacer teología? ¿O hacer teología será repetir sistemáticamente lo que se viene diciendo hace quince siglos? ¿O se confunde lo que es fe con lo que es teología?". "Con muchos, te agradecemos que le hayas hecho caso a la palabra de Jesús: 'Pregonad desde los tejados lo que os he dicho al oído'. En nombre de nuestros Pueblos y de nuestras Iglesias de América Latina (y de todo el Tercer Mundo también) queremos agradecerte muy particularmente la solidaridad que nos has demostrado siempre, haciendo de puente entre la teología y la vivencia eclesial de Europa y nuestra teología y nuestra vivencia eclesial. Juan José, hermano, companheiro da caminhada, la Paz de Jesús te siga inundando siempre", escribe también el famoso prelado.

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