La industria catalana estrena el año con una oleada de cierres y despidos

La industria catalana ha empezado el año con un goteo de cierres y despidos. En apenas tres semanas, cientos de trabajadores se han visto afectados por rescisiones de empleo o la extinción de sus contratos. Ficosa, el potente grupo español del sector auxiliar del automóvil, acaba de anunciar el cierre de su planta barcelonesa de Rubí, donde trabajan 160 empleados, aunque promete recolocar a la plantilla.

Celsa, del sector del metal, ha decidido cerrar su planta de Cerdanyola del Vallès, donde pueden perder su empleo 156 trabajadores. Philips ha pactado un recorte del 10% de la plantilla de su filial Lámparas Z, con 200 trabajadores a través de prejubilaciones. Matsushita-Panasonic ha prescindido de otro centenar de empleados en su planta de Celrà.

La industria catalana sufrió el año pasado 10.000 bajas laborales, sumando los despidos y los afectados por expedientes de empleo. Y el panorama de este año es poco halagüeño. Hay nubarrones en el sector auxiliar del automóvil, la industria de la motocicleta y el textil. Muchas de las empresas afectadas son exportadoras y sufren la crisis de Alemania, Francia e Italia. Las exportaciones catalanas, que representan el 27,5% de las españolas, han caído el 1% de enero a octubre del año pasado, algo más que las del conjunto de España, que descendieron un 0,75%, según datos del Instituto de Comercio Exterior.

La víspera de Reyes, el Gobierno catalán anunció que creará una agencia para gestionar las crisis industriales y UGT de Cataluña ha avanzado que negociará en los convenios colectivos de las empresas fórmulas de flexibilidad laboral para evitar que empeore la incipiente crisis. Los sindicatos tienen miedo a la pérdida de empleos y han llegado un principio de acuerdo con la patronal CEOE a nivel estatal para que los salarios crezcan de forma moderada.

En el sector auxiliar del automóvil, Magnetti Marelli, que fabrica tubos de escape, planteará un expediente de empleo para 128 empleados en su planta barcelonesa de Santpedor y otro para su centro de Barberà del Vallès, donde produce cuentakilómetros. Valeo ha decidido el cierre de su planta barcelonesa de Sant Esteve Sesrovires y busca fórmulas para recolocar a los 270 empleados de la planta. Estos ajustes se suman a los que tiene previsto firmar Mercedes Benz en Barcelona, que afectará a 230 trabajadores entre eventuales y jubilaciones voluntarias.

En el sector de las motocicletas, el grupo italiano Piaggio, que el año pasado cerró su planta madrileña de Arganda del Rey, ha suprimido 180 empleos durante dos meses por la caída de las ventas en su filial Derby. Y lo mismo Yamaha, que teme nuevos descensos en su planta barcelonesa si no se frena el descenso de ventas, de la que el sector responsabiliza en parte a la subida0 de las pólizas de seguros de las motos.