La antología 'Siempre y nunca' resume el mundo de Francisco Pino

Siempre y nunca, la antología de la obra de Francisco Pino (1910-2002) que la escritora Esperanza Ortega ha realizado para Ediciones Cátedra y en la que se encuentran algunos de los últimos poemas del poeta fallecido el pasado 22 de octubre, se presentó ayer en Valladolid coincidiendo con el que hubiera sido el 93 cumpleaños del poeta. Para la antóloga, el libro salda una deuda con la obra de Francisco Pino y es "una inmejorable ocasión para entrar en su mundo", para descubrir el universo de un poeta que "vivía para la poesía".

La presentación de la que es la tercera antología de Francisco Pino se convirtió en un homenaje a uno de los nombres destacados de la poesía española del siglo XX. Según Esperanza Ortega, "de las tres antologías sobre el poeta, ésta es sin duda la más completa, a pesar de que las tres son completamente diferentes. La primera, titulada Ella. 50 poemas de amor, estaba dedicada al amor en exclusiva; la segunda era didáctica, y esta tercera, Siempre y nunca, engloba toda la obra del poeta desde sus comienzos hasta el final", señaló la escritora, ganadora hace años del Premio Gil de Biedma.

Durante el acto también se proyectó el vídeo El pájaro enjaulado, producción que lleva el título de una de las principales obras de Pino.

Francisco Pino fue uno de los miembros más destacados de la generación poética del 36, a pesar de que se encontraba en aquellos años en una órbita de vanguardia muy distanciada del resto de componentes del grupo.

Reconocimiento tardío

Pino obtuvo el reconocimiento como poeta a muy avanzada edad. Premio Castilla y León de las Letras, optó al Premio Nacional de Poesía en 1988. "Poeta a secas, de mi pueblo", tal y como a él le gustaba definirse en alguna ocasión, llegó a asegurar que "el poeta que colabora a engrandecer las majaderías de una sociedad y sus vergüenzas es un ser despreciable".

A la presentación de Siempre y nunca asistió también el director de la editorial Cátedra, Emilio Pascual, quien al hacerse cargo de la empresa prometió al poeta llevar a cabo la realización de este libro "para llenar el hueco que faltaba en la literatura española respecto a la obra del poeta vallisoletano".

Francisco Pino murió en octubre pasado y llegó a ver las primeras pruebas del texto, afirmó Esperanza Ortega, quien también aseguró que Pino "estaba encantado con la antología". Asesorada por el poeta, afirmó: "En ningún momento me impuso nada", y aseguró que con esta antología espera "llevar de la mano al lector hacia el mundo de Pino para que descubra al poeta, ya que Pino no vivía de la poesía, sino para la poesía".