Los familiares de las víctimas del teatro de Moscú piden 60 millones

El juicio que se ocupa de las querellas presentadas por una cincuentena de familias de víctimas del asalto al teatro Dubrovka en octubre pasado comenzó ayer en Moscú con dos derrotas de la defensa y una pequeña victoria. La jueza Marina Gorbachova, del juzgado municipal Tverskói, se negó a transferir las demandas a otro tribunal, como pedía el abogado demandante Ígor Trunov, y rechazó el vídeo y las grabaciones que éste quería mostrar durante el proceso por considerarlos innecesarios.

Son 49 las familias que de momento se han querellado contra el Ayuntamiento de Moscú, mientras otro grupo de 12 tenía previsto hacerlo hoy. En total, los demandantes piden compensación por unos 60 millones de euros. Las autoridades moscovitas sostienen que ya han pagado las indemnizaciones que les correspondían y rechazan las pretensiones de los familiares de las víctimas, que según dicen, podrían hacer quebrar al Ayuntamiento capitalino.

El 23 de octubre pasado unos 40 separatistas chechenos interrumpieron la función de NordOst -un musical ruso basado en la novela Dos capitanes, de Valentín Kaverin- y después de disparar ráfagas al aire, anunciaron que eran un grupo suicida, que harían volar el teatro si las autoridades rusas no terminaban la guerra en la pequeña república norcaucásica. En la sala había unas 800 personas, para quienes comenzó un infierno que duró hasta la madrugada del sábado 26, cuando las fuerzas de seguridad rusas lanzaron el asalto al teatro. Las tropas de élite mataron a todos los extremistas, pero para neutralizarlos usaron un gas, cuya composición es secreto de Estado, que tuvo consecuencias fatales para los rehenes. En total, 129 personas murieron a causa del misterioso gas. Trunov quería también que se citaran a declarar al viceministro del Interior, Vladímir Vasíliev, y al pediatra Leonid Roshal, quien en dos ocasiones estuvo en el interior del teatro parlamentando con los extremistas. La juez rechazó también esta petición y sólo aceptó trasladar el juicio a una sala más amplia para que puediera acceder la prensa.