La rescatadora del 'Prestige' asegura que Fomento le sugirió llevarlo al sur de Canarias

El 15 de noviembre, horas antes de ser evacuado el Prestige por riesgo de hundimiento, el Gobierno recomendó a la empresa rescatadora privada, Smit Tak, que estudiara llevar el buque "al sur de Canarias" para trasvasar su carga, según registró dicha firma en un acta. El juzgado tiene testimonios de que Smit Tak mencionó que el destino era Cabo Verde. El acta recoge que Smit Tak reiteró verbalmente y por escrito al Ejecutivo que los serios daños estructurales del barco hacían necesario encaminarlo a un punto de abrigo cercano. El Gobierno desoyó su petición y la de inspeccionar los daños del buque.

Geert Koffeman, coordinador de Smit Tak, la empresa privada contratada para rescatar el Prestige, detalla una reunión clave celebrada a las 11.00 del 15 de noviembre en la Delegación del Gobierno de A Coruña. Acuden cuatro altos cargos de la Administración: el subdirector general de Tráfico y Navegación, Manuel Nogueira; el director general de Sasemar, Javier Gárate; el director general de Marina Mercante, José López-Sors, y el delegado del Gobierno, Arsenio Fernández de Mesa, junto al capitán marítimo de A Coruña, Alfonso del Real. Les acompañan tres representantes de las empresas del salvamento, entre ellos Koffeman. Éste relata lo siguiente: "Después de explicar la situación actual del buque siniestrado a las autoridades, éstas han pedido firmemente que se remolque el buque a 120 millas de la costa en dirección oeste y que se estudie la posibilidad de realizar un trasvase de barco a barco al sur de las islas Canarias". Y precisa los daños a esas horas del buque:

-Falta el forro del tanque de lastre número 3 de estribor. El tanque está abierto al mar.

-El mamparo entre el tanque de lastre número 2 de estribor y el tanque de lastre número 3 de estribor está dañado.

-El mamparo entre el tanque de carga número 3 y el tanque número 3 de lastre de estribor está dañado y la carga se está filtrando hacia el tanque de lastre y vertiéndose al mar.

-Faltan diversas cubiertas de la cavidad del rotavapor.

A las 3.30, "el jefe de salvamento a bordo del buque siniestrado ha decidido parar el motor principal debido a las fuertes vibraciones, ya que podían causar más daños de los actualmente existentes". Veinte minutos más tarde, Smit Tak ordena al remolcador Ría de Vigo poner rumbo sur al Prestige, e intenta sanearlo. "Hemos transferido líquidos [aguas de lastre y carga] de unos tanques a otros para nivelar la quilla del buque siniestrado y reducir al máximo el escorado. Esto se ha realizado con nuestros ingenieros navales de la oficina de Rotterdam". Tan minuciosos estudios para detectar los daños del Prestige y paliarlos se topa con una inquebrantable voluntad gubernativa horas más tarde, en la reunión de las 11.00.

Ni a Vigo ni a Gibraltar

"Las autoridades se han negado a cualquier posibilidad de remolcar el buque a aguas abrigadas, ni a la bahía de Vigo ni a Gibraltar". El acta no refleja ninguna argumentación técnica del Gobierno de por qué era inviable llevar al Prestige a ningún punto de abrigo. Desde la Administración nadie opone datos de calado según el acta de Smit Tak. Simplemente rechazan su propuesta. Smit Tak no ceja. Informa que "posteriormente [a las 12.11 de ese día] se ha entregado una nueva carta solicitando un área abrigada para el buque siniestrado". La carta, tras reiterar los daños estructurales del barco, concluye: "Hace falta llevar el buque siniestrado a aguas tranquilas donde se pueda realizar un trasvase a otro barco en condiciones controladas". "Solicitamos", sigue el fax, "que considere la posibilidad de asignarnos un puerto de refugio o un área segura adonde podamos llevar al Prestige y solucionar sus problemas con seguridad". ¿Para qué entrega repetidamente por escrito Smit Tak al Gobierno español la misma petición que acaba de formularle de modo verbal y directo? "Smit Tak se garantiza así documentalmente que si el barco fue alejado, fue en contra de los criterios de la empresa responsable del salvamento", interpretan expertos consultados. En su fax propone al Ejecutivo que los inspectores del Estado "visiten el buque siniestrado para convencerse de que es seguro trasladarlo a aguas españolas abrigadas". El Gobierno no envió ningún inspector tras esta demanda.

Un testimonio ante el juez que investiga este caso corrobora que el frustrado (primero por el alto de una fragata portuguesa el día 18, y luego por su propio hundimiento el día 19) viaje del Prestige "al sur de Canarias" fue algo más que una idea o posibilidad sugerida por el Gobierno. El capitán del Ría de Vigo "oyó decir a la gente de Smit Tak y de Tecnosub que la intención era ir a Cabo Verde, que las autoridades de allí habían aceptado recibir al barco".