El fiscal no consigue que 13 ertzainas vinculen a Batasuna con ETA en el caso de ilegalización

La primera sesión del periodo de prueba con que el fiscal y el abogado del Estado cuentan para acumular pruebas contra Batasuna en el proceso de ilegalización de esta formación política que se tramita en el Tribunal Supremo resultó fallida. Ninguno de los 13 integrantes de la Ertzaintza que declararon en calidad de testigos a propuesta del fiscal vinculó a Batasuna con ETA. Ninguno de ellos vio a un solo dirigente, cargo público o militante de Batasuna proferir gritos en favor de ETA o de la lucha armada. El abogado de Batasuna, Iñigo Iruin, concluyó la sesión exultante.

Los 13 policías autónomos vascos -el decimocuarto no acudió por haber sido ingresado de urgencia en un hospital- habían sido convocados para que explicasen a un tribunal integrado por 16 magistrados del Supremo lo ocurrido en varias manifestaciones y homenajes a terroristas de ETA en los que se corearon consignas en favor de ETA y de la lucha armada, lo que evidenciaría al menos de forma indiciaria la relación entre ambas organizaciones.

Sin embargo, el resultado de la prueba no fue el apetecido por las acusaciones. Cinco de los 13 agentes no habían presenciado los hechos de los que tenían que informar, ya que se trataba del instructor o del secretario del atestado policial. Estos cinco precisaron que la información de que disponían, y que plasmaron en los respectivos atestados, se basaba en lo que habían oído a los compañeros que sí habían asistido o en lo que habían recogido de lo publicado por los medios de comunicación, tanto prensa escrita como televisiones de ámbito nacional o regional.

Ocho sí asistieron

Los ocho restantes, que sí estuvieron presentes en las manifestaciones y actos de homenaje mencionados por el fiscal José María Luzón y el abogado del Estado en sus respectivos escritos de demanda de ilegalización, sí oyeron los gritos y consignas en favor de ETA ("Gora ETA militarra" [Viva ETA militar]) y de la lucha armada ("Jo ta ke irabazi arte"[Dales duro hasta ganar]), así como otros en los que amenazaban de muerte a los ertzainas a los que calificaban de "txakurrak" [perros].

Sin embargo, ninguno de estos ocho ertzainas pudo asegurar que al menos un dirigente, parlamentario, cargo público o militante de Batasuna había proferido alguno de los citados gritos de exaltación de la banda terrorista que se escucharon en las manifestaciones.

Uno de ellos, en referencia a lo ocurrido en la manifestación convocada por Batasuna en San Sebastián el 11 de agosto de 2002, señaló que en la cabeza de la manifestación iban los dirigentes de Batasuna Arnaldo Otegi, Joseba Permach, Joseba Alvarez y Jon Salaberria, pero no les oyó corear los gritos de apoyo a ETA. Esos gritos, según su relato, comenzaron unos minutos después de que pasara la cabeza de la manifestación por el sitio en el que él se encontraba. Agregó que los gritos de apoyo a ETA militar siguieron hasta concluir el acto y que todas las consignas fueron coreadas masivamente por los asistentes. Pero a preguntas del abogado de Batasuna tuvo que reconocer que desconoce si alguno de los que gritó está afiliado a esa formación.

Identica situación ocurrió con el homenaje al ex preso de ETA Patxi Eskisabel, celebrado el 17 de agosto de 2002 en San Sebastián. Ahí sí se identificó a Ángel Catalán como uno de los que gritó en favor de ETA y se le identificó como miembro del Movimiento de Liberación Nacional Vasco (MLNV), pero el ertzaina en cuestión no pudo afirmar que fuera afiliado a Batasuna. Eskisabel -homenajeado porque ya había cumplido su condena- recibió en el homenaje tres ramos de flores, uno de ellos procedentes de Batasuna, y los restantes de las organizaciones Etxerat, de apoyo a los presos de ETA, y Gazteak, de jóvenes.

También testificaron sobre la quema de una pancarta de plástico que simulaba una bandera española tras un acto de homenaje a la ikurriña (bandera vasca) celebrado el 15 de julio de 2002 en San Sebastián. La quema del símil de bandera fue realizada por encapuchados que no procedían de la manifestación y aproximadamente 10 minutos después de que la concentración de homenaje hubiera concluido.

Respecto a la manifestación celebrada el 13 de agosto de 2002 en Lezo (Guipúzcoa) en protesta por la expulsión de dos miembros de ETA, los ertzainas señalaron que interrumpieron la manifestación porque la pancarta que la encabezaba llevaba el logo de las Gestoras pro Amnistía, que había sido declarada ilegal por el juez Garzón. Iruin hizo ver que el logo no es ilegal, sino que las actividades de Gestoras han sido declaradas ilícitas.

Fuentes jurídicas señalaron ayer que el fiscal jefe del Tribunal Supremo, José María Luzón, no había hecho "sus deberes", si bien es pronto para concluir que peligra el resultado del proceso.

Precisamente hoy declararán Alfonso Alonso, alcalde de Vitoria; Ana Urchueguía, alcaldesa de Lasarte (Guipúzcoa); el comandante de Marina de San Sebastián Carlos Galindo; el senador del PP Gonzalo Quiroga y el subdelegado del Gobierno en Guipúzcoa, José Antonio Foncillas, sobre la asfixia y el hostigamiento que sufren los militantes del PP y del PSOE en el País Vasco y en Navarra.