44 millones de hambrientos esperan a Lula
El nuevo presidente de Brasil afronta una situación económica hostil para desarrollar sus reformas
En Brasil, el mayor país de América Latina, plagado de riquezas y recursos naturales, una de cada cuatro personas tiene hambre. Una dramática realidad que afecta a 44 millones de personas, o 9,3 millones de familias. Acabar con esa situación será la prioridad inmediata de su nuevo presidente, Luis Inácio Lula da Silva, un hombre que conoce bien el problema, pues pasó hambre en su infancia. Pero su plan de lucha contra las desigualdades sociales despega en un entorno económico difícil, ya que mientras el crecimiento se ralentiza y la inflación se dispara, el paro ha alcanzado su nivel más alto en 20 años y la deuda externa supone un lastre de enormes proporciones.
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