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Bélgica quiere extraer el gasóleo del barco siniestrado tras detectar fisuras en su casco

El petrolero turco 'Vicky' permanece anclado y escorado cerca de Ostende tras sufrir vertidos

Las autoridades marítimas belgas descartaron ayer que exista riesgo de marea negra como consecuencia de los daños sufridos por el petrolero turco Vicky, que colisionó el miércoles en el canal de la Mancha con el semihundido carguero noruego Tricolor. El servicio de guardacostas reconoció, no obstante, que el barco, anclado a unas 30 millas de Ostende, al noroeste del país, con cerca de 70.000 toneladas de gasóleo, tiene pérdidas de carburante. "El barco ha sufrido daños y hay rastros de líquido, pero no existe por el momento riesgo de marea negra", declaró el jefe del servicio de guardacostas.

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El responsable marítimo admitió que existen fisuras en el casco, "pero el riesgo de polución es limitado, porque el gasóleo es un producto que se evapora relativamente fácil y en principio no puede causar una marea negra". Un equipo de submarinistas tiene previsto realizar hoy una inspección detallada. Además de 66.000 toneladas de gasóleo, el buque contiene un cargamento de 1.400 toneladas de fuel pesado para sus máquinas y 840 toneladas de gasóleo marino para los motores auxiliares.

Las autoridades políticas y marítimas de la provincia de Flandes Occidental convocaron ayer tarde una reunión de crisis en Ostende para evaluar la situación y adoptar medidas sobre un suceso que, lógicamente, ha causado gran inquietud en Bélgica cuando está muy fresca la tragedia del Prestige.

Por el momento se ha excluido una operación de remolque a puerto y los expertos han recomendado que se proceda a extraer parte del combustible a otro buque antes de que el Vicky reemprenda ruta. El capitán deberá para ello dar autorización. Ni él ni ninguno de los 24 componentes de la tripulación, todos de nacionalidad turca, resultaron heridos en el choque.

"El barco se encuentra inmovilizado y estabilizado", dijo ayer, tras la reunión de crisis, el jefe del servicio de guardacostas, quien explicó que se encuentra sumergido medio metro como consecuencia de la abundante agua que entró tras el impacto. La operación de trasvase del combustible puede demorarse unos días debido a las pésimas condiciones meteorológicas. Las fuentes marítimas de Ostende insinuaron anoche la posibilidad de que no regrese a Bélgica y se dirija a Holanda, al puerto de Rotterdam.

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Fletado por un armador turco, el Vicky, un barco de 243 metros de eslora, construido en 1981 y dotado de monocasco con doble fondo, había zarpado del puerto norteño de Amberes rumbo a Nueva York , transportando alrededor de 66.000 toneladas de queroseno altamente inflamable.

El choque contra la cubierta del semihundido Tricolor se produjo hacia las 20.30 del miércoles frente a la costa francesa de Calais, en el canal de la Mancha, por razones desconocidas, debido tal vez a un simple fallo humano pese a la existencia de una red de balizas luminosas alrededor del carguero, siniestrado el pasado 14 de diciembre. Una patrullera francesa avisó al capitán de la proximidad de los restos del carguero y le aconsejó desviar la ruta. El Vicky se empotró a parte de la cubierta del Tricolor, pero pudo liberarse y salir a mar abierta en la madrugada de ayer, a la deriva, hasta aguas territoriales belgas donde se encuentra en estos momentos anclado, a unas 30 millas de Ostende. El Tricolor se hundió con casi 3.000 automóviles de lujo, después de colisionar con un portacontenedores antillano. Dos días más tarde, otro mercante volvió a chocar con los restos del desafortunado buque.

El petrolero turco <b></b><i>Vicky,</i> ayer en aguas del canal de la Mancha.
El petrolero turco Vicky, ayer en aguas del canal de la Mancha.EPA

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