La polémica de Cajasur

Lo efímero se llama Castillejo, lo que prevalecerá, pese a quien pese, es Andalucía. Por muchos interpretes que haya de nuestra querida realidad, y a pesar del corsé que significa un Estatuto, Gobierno o Parlamento, Andalucía prevalecerá. Esa rica realidad que la conforman sus gentes, sus costumbres, su clima, y el indolente quejío de volver a querer ser lo que un día fue, hace de esta tierra algo extraordinario, que excede de los actores que pasamos por su escenario, de una u otra forma. Aquí Castillejo con sus trienios cajistas, allí Chaves con sus trienios juntistas, allí el PP, aquí el PSOE, allí Córdoba, aquí Sevilla.

Los medios de comunicación, que no dejan de ser esa rendija que se cuela por la puerta de Andalucía, y la ven, según de que lado estén sus patrocinadores, en cualquier sentido, el día anterior a la Asamblea Segregacionista, dejaron en evidencia su antagonismo, a través de estos aficionados a la opinión que somos los, no profesionales, que escribimos Cartas al Director. El decano en difusión en Andalucía, con el patrocinio de una doble página de publicidad, se despachaba con una carta del señor Evilio García, ex presidente de la Federación Andaluza de Cajas de Ahorro. El líder en difusión nacional, en su edición de Andalucía, sin ninguna publicidad de Cajasur, lo hizo con otra carta del señor Francisco García. Las visiones contrapuestas de ambos opinadores ponen de manifiesto que Castillejos pisa fuerte. (Aún más después de la Segregacionista ensalzada por el primero de los medios)

El Canónigo se ha atrevido hasta a contradecir sus argumentos publicitarios andaluces, demarcándose del control de Andalucía. Él sabrá lo que hace, lo que sí sé seguro es que mi retorno a la fe católica no pasa por una confesión con este señor, algo me dice que este es capaz de en penitencia venderme un Plan de Pensiones, no de los de quinién, pero, vamos, de aquellos arreglaos para los que pisamos tierra.

A pesar de todo, la paloma que blande el logotipo de Cajasur, tornó en gaviota, y como ya se sabe, ésta anda un poco fastidiada por el chapapote, así que para pájaros, éste que mira por dónde también se llama García, me quedo con el colibrí, que me parece más bello, y que pega más, pese a quién le pese, con la Andalucía que trabaja duro, es eficiente, defiende el empleo, crea industria, reinvierte en ella, crea cultura (casi literal de la publicidad de esa Caja), y no lo hace en una entidad financiera que rehuye del Parlamento (aunque sea efímero) que nos hemos dado todos los andaluces.