Lula forma un Gobierno de amplio espectro ideológico y social

El nuevo presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, anunció su Gobierno como un regalo navideño y rezó en público a Dios para que sus 31 ministros, de los cuales cuatro son mujeres y tres negros, sean capaces de dar lo mejor de sí para "cambiar la cara de este país". Lula apareció en Brasilia rodeado por todo su equipo de gobierno. A su derecha estaba el famoso cantante Gilberto Gil, ministro de Cultura.

Fue un gesto de apoyo de Lula a su nuevo ministro, tras una semana de polémicas en el mundo intelectual de izquierdas por el nombramiento del compositor y cantante. Gil iba vestido de blanco de pies a cabeza. Lula dijo que era el símbolo de que el nuevo ministro llegaba "en son de paz". Gil explicó que su mae de santo, las sacerdotisas del candomblé, la religión africana arraigada en su tierra de Bahía, le había recomendado ir vestido de blanco para defenderse contra la envidia.

En el equipo de Lula figuran 18 de su Partido de los Trabajadores (PT), siete pertenecen a pequeños partidos que lo apoyaron en la primera o segunda vuelta de las elecciones y seis independientes. De los 18 ministros del PT, 11 son del ala moderada o socialdemócrata y 7 de la izquierdista.

Lula ha colocado a los ministros moderados en los ministerios económicos y a los progresistas en las areas sociales. En la elección primaron dos criterios: ética y profesionalidad. El futuro presidente se ha mostrado intransigente al escoger personas consideradas indiscutibles desde estos puntos de vista y no consintió que los partidos le impusieran nombres basados en otros criterios, aun a costa de dejar fuera del Gabinete al poderoso conservador Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), que le hubiese asegurado la mayoría absoluta en el Parlamento. No cabe duda de la originalidad del nuevo Gobierno, en el que hay de todo: desde tres ex guerrilleros a tres negros y cuatro mujeres. Figura también como ministro de Integración, responsable de equilibrar las regiones de este gran continente, el contrincante de Lula en las elecciones, Ciro Gomes, que se había burlado de la poca preparación escolar del candidato.

Ministro con barba

Lula le ofreció el importante ministerio porque en la segunda vuelta Gomes lo apoyó. Su antiguo contrincante se presentó, tras unas vacaciones en Cuba, con barba y bigote, que nunca había llevado.

Entre las novedades del nuevo Gobierno figuran tres nuevos ministerios: el de Seguridad Alimentaria y Combate al Hambre, que presidirá José Graziano da Silva; el Ministerio de las Ciudades, que dio al ex gobernador de Río Grande do Sul, Olívio Dutra, y el de Asistencia Social, que lo dirigirá la ex gobernadora de Río, la negra, nacida en una favela, Benedita da Silva. Las otras tres mujeres del Gobierno son la senadora Marina Silva, para Medio Ambiente; la ex guerrillera Dilma Roussef, para Minas y Energías, y Emília Fernandes, para los Derechos de la Mujer. Las cuatro son viejas compañeras del PT de Lula.

Entre las personalidades del Gobierno destaca el ministro de Educación, Cristovam Buarque, el gobernador de Brasilia que revolucionó la educación en ese Estado. Buarque llega cargado de ideas nuevas, dispuesto a dar un vuelco a la educación de Brasil.

El futuro Gobierno se presenta con tantas nuevas ideas y ganas de "cambiar este país" que el presidente saliente, Fernando Henrique Cardoso, advirtió a Lula de que tenga cuidado "con querer inventar la rueda". Cardoso ha apoyado, fuera y dentro del país, al nuevo Gobierno, y afirma que "tiene fe en el futuro de este país", destacando en todo momento el tesón y la honestidad de su sucesor, Lula.

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