El Ejército israelí divide la franja de Gaza en tres sectores cerrados
Una niña palestina de 11 años muere por disparos de un soldado al salir de la escuela
El Ejército de Israel dividió ayer la franja de Gaza -30 kilómetros de longitud por 10 de ancho- en tres sectores estancos, como medida disuasoria para impedir los movimientos de los activistas palestinos armados, según anunció ayer un portavoz militar israelí. La operación militar fue acompañada de una serie de acciones bélicas puntuales, en el curso de una de las cuales murió por disparos de un soldado israelí una niña de 11 años al salir de la escuela.
Esta ofensiva del Ejército israelí en la franja de Gaza fue ordenada por el Gobierno de Ariel Sharon tras la muerte de un rabino de un asentamiento de la zona el viernes a media mañana cuando se desplazaba por una carretera supuestamente "blindada" por las tropas hebreas. La muerte del rabino fue reivindicada por el movimiento fundamentalista Yihad Islámica.
El despliegue de las tropas israelíes a lo largo de las carreteras de Gaza supone el fracaso definitivo del último plan para la pacificación de los territorios autónomos palestinos, que, impulsado por Estados Unidos y la Unión Europea, pretendía poner en marcha un repliegue escalonado de Israel, al tiempo que se devolvía el control de estas zonas a la Autoridad Nacional Palestina. El plan se puso en marcha hace tres meses en Gaza y en Belén, dos zonas a las que las tropas israelíes han vuelto con la excusa de restablecer el orden y la seguridad.
Coincidiendo con este despliegue militar en Gaza, los soldados israelíes llevaron ayer a cabo operaciones de represalia contra activistas palestinos; por segundo día consecutivo fue invadida la aldea de Deir Balah, al sur de Gaza, donde los fundamentalistas cuentan con un gran número de militantes y de donde partieron los activistas que mataron al rabino. Un número indeterminado de jóvenes han sido detenidos en esta zona en las últimas horas.
La situación de máxima alerta decretada por las tropas llevó ayer a un soldado israelí a disparar sobre un grupo de niños cuando salían de la escuela, en Rafah, al sur de Gaza. Los disparos alcanzaron en la espalda a una niña de 11 años, que murió horas más tarde en el quirófano de un hospital mientras los médicos trataban de salvarle la vida. Al menos una decena de niños palestinos han muerto en esta zona por disparos israelíes en el último año mientras iban o regresaban del colegio.
Por otra parte, EE UU utilizó nuevamente el derecho de veto en pla ONU para bloquear un proyecto de resolución en el que se criticaba a Israel por el uso excesivo de la fuerza y la muerte de tres empleados de la ONU en Cisjordania y Gaza. La resolución, impulsada por Siria, había recibido el voto favorable de 12 miembros del Consejo de Seguridad, pero acabó siendo vetada por Washington.
El proyecto de resolución suponía una condena a Israel por la destrucción de un depósito del Programa de Alimentos de la ONU en Gaza y por la muerte de dos empleados palestinos. La resolución criticaba además la muerte de un tercer empleado, un británico, que falleció el pasado 22 de noviembre en el campo de refugiados de Yenín, mientras hablaba por teléfono con sus superiores. Los soldados aseguraron que dispararon contra este empleado al confundir el teléfono con una pistola.
Ayer, mientras los portavoces israelíes se felicitaban por el respaldo recibido de EE UU en la ONU, el Ejecutivo palestino lanzaba un nuevo mensaje de alerta, asegurando que esta política de apoyo sistemático al Gobierno de Sharon no ayudaría para nada a los esfuerzos de pacificación de los grupos radicales, con los que enviados de Yasir Arafat mantienen negociaciones para que se sumen a un alto el fuego. La semana que viene, emisarios de Arafat volverán a reunirse en El Cairo con representantes de Yihad Islámica y Hamás, para convencerles que dejen de atacar a la población civil en Israel.
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