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EE UU entregará a los inspectores de la ONU información secreta del armamento de Irak

La Casa Blanca anuncia la suspensión de la gira africana que Bush iba a efectuar en enero

Enric González

Estados Unidos proporcionará a los inspectores de la ONU información secreta sobre el paradero de las armas de destrucción masiva supuestamente en poder de Irak. La Casa Blanca y el Departamento de Estado dijeron ayer que accederían a la petición del jefe de Unmovic, Hans Blix, y que los inspectores podrían contar muy pronto con la "información estratégica" acumulada por los satélites de espionaje estadounidenses. La Casa Blanca anunció también la cancelación del viaje que George W. Bush tenía previsto realizar a varios países africanos entre el 10 y el 17 de enero.

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"El presidente no quiere estar fuera del país en unos días críticos", dijo el portavoz Ari Fleischer, refiriéndose a una posible guerra con Irak. Por su parte, Hans Blix, que el jueves ofreció ante el Consejo de Seguridad de la ONU un informe preliminar sobre las actividades desarrolladas por la misión de inspección de la ONU en Irak (Unmovic) en sus primeras semanas de itrabajo, se quejó el viernes del escepticismo expresado por Washington y Londres acerca de la declaración presentada por Irak sobre el contenido de sus arsenales. "Si saben que Irak dispone de armas de destrucción masiva, y saben dónde se almacenan, podrían decírnoslo; ésa sería la mejor ayuda que podrían proporcionarnos", comentó el jefe de Unmovic.

"Se ajusta totalmente a los intereses de este país y de este Gobierno el dar a los inspectores las herramientas necesarias para hacer su trabajo, y lo haremos", respondió Ari Fleischer, portavoz presidencial. "Estamos preparados para compartir más información", dijo por su parte Richard Boucher, portavoz del Departamento de Estado. Boucher indicó también que Estados Unidos haría "un mayor esfuerzo para dar a conocer la realidad" sobre los arsenales iraquíes, con el fin de convencer al resto del Consejo de Seguridad de que la guerra "podría ser un recurso necesario".

Fuentes del Gobierno estadounidense citadas por The New York Times señalaron que habían retenido hasta ahora información útil para los inspectores porque temían que se filtrara a los iraquíes si la recibían antes de disponer de comunicaciones seguras y de un cuartel general bien equipado en Bagdad. Las mismas fuentes dijeron que Unscom, la comisión de inspectores que trabajó en Irak hasta ser expulsada en 1998, había "tenido muchas dificultades para evitar que su información cayera en manos iraquíes".

Funcionarios de Estados Unidos podrían entregar hoy mismo algunas fotografías captadas por satélite a miembros de Unmovic, en Nueva York, y a miembros de la Agencia Internacional de Energía Atómica, en Viena. El propósito de Estados Unidos parecía ser el de ofrecer información gradualmente, comenzando por la menos importante, para no arriesgar demasiado si el espionaje iraquí tuviera acceso a los bancos de datos de Unmovic. Posteriormente se darían pistas de urgencia a los inspectores, para que acudieran a las instalaciones sospechosas antes de que el Gobierno de Irak pudiera reaccionar. La CIA tiene localizados, según The New York Times, media docena de lugares donde Irak podría ocultar las armas químicas (gas mostaza, gas nervioso VX) y biológicas (ántrax) que, según la declaración presentada ante el Consejo de Seguridad, han sido destruidas. Funcionarios estadounidenses se reunieron discretamente el jueves en la sede neoyorquina de la ONU con Demetrius Perricos, jefe de operaciones del grupo de inspectores especializado en armas químicas y biológicas, para proponerle formas de organizar entrevistas con científicos iraquíes fuera del país. Bush quiere que se presione a los científicos de Irak y se les ofrezca un exilio dorado si acceden a revelar secretos sobre el programa armamentista de Sadam Husein. El jefe de Unmovic, Hans Blix, ha expresado en varias ocasiones que localizar a científicos interesantes y convencerles de que abandonen Irak junto a sus familias, sin que el espionaje iraquí tenga tiempo entretanto de destruir pruebas, comporta grandes dificultades prácticas.

La tensión entre Washington y Bagdad aumentará en las próximas semanas, a medida que se aproxime el 27 de enero, la fecha en que Hans Blix debe comparecer de nuevo ante el Consejo de Seguridad para ofrecer conclusiones sobre los resultados de dos meses de inspecciones. La Casa Blanca considera que la decisión definitiva sobre la guerra deberá tomarse a finales de enero, cuando se conozca el informe de Blix y todas las fuerzas militares estén ya desplegadas en torno a Irak. Estados Unidos cuenta por ahora con casi 60.000 soldados en la zona, de los que la mitad son aviadores y marinos. Una fuerza adicional de 50.000 efectivos de tierra empezará a viajar a la región a principios de enero. El Gobierno alemán informó ayer de que Washington había solicitado que tropas alemanas asumieran la vigilancia de las bases estadounidenses, para que el Pentágono pudiera enviar a Irak a los soldados liberados de esa función.

George W. Bush prefiere permanecer en la Casa Blanca en enero, y por esa razón canceló ayer el viaje a África que tenía previsto iniciar el día 10 de ese mes. Bush debía asistir a una cumbre africana en Mauricio y visitar Nigeria, Kenia y Suráfrica.

Inspectores de la ONU visitan ayer una fábrica en Bagdad.
Inspectores de la ONU visitan ayer una fábrica en Bagdad.AP

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