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Lucha contra el fuel | CATÁSTROFE ECOLÓGICA

6.700 voluntarios se suman a limpiar playas durante el fin de semana

Los municipios de la Costa da Morte cierran el cupo hasta febrero

Carlos E. Cué

Algunos municipios de la Costa da Morte, como Muxía, Camariñas o Carnota, tienen listas de hasta 10.000 personas de toda España que se han ofrecido a limpiar playas llenas de chapapote. Pero la capacidad de acogida y los medios para retirar el fuel son escasos, así que los ayuntamientos han cerrado el cupo hasta febrero. 6.700 voluntarios se incorporaron ayer al trabajo, según datos oficiales.

La actividad para coordinar a los limpiadores es febril. Una vez más, superan las previsiones, por lo que ayuntamientos y cofradías de pescadores, más de un mes después de la catástrofe, siguen improvisando para albergar y alimentar a los voluntarios tras durísimas jornadas.

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"Yo tenía previsto que vinieran cien vascos, ahora hay otros tantos de Madrid, catalanes, de todas partes, son casi 400. Y están allí, en la puerta de la cofradía, esperando a que les digamos algo. Si los del concello hubieran avisado ayer...", se queja Francisco Gómez, de la cofradía de Corme. Es la hora de comer, y las mujeres del pueblo van a tener que trabajar a destajo para dar bocadillos a toda esa gente. La imagen es frecuente en toda la Costa da Morte, y no sólo durante el fin de semana. Autobuses de voluntarios deambulan por la costa buscando playas para limpiar. Hay más de 500 afectadas en toda Galicia. E incalculables calas que todavía nadie ha tocado. "Si nos lo llegan a decir, metemos ahí un tractor y abrimos un camino para otra cala donde hay toneladas", insiste Gómez. El problema para muchos voluntarios indignados es la coordinación. Y de ello hay muchas pruebas. La Xunta, por ejemplo, emitió ayer un comunicado en el que pedía que el personal médico que atiende a los voluntarios se coordine con los responsables de Salud de esta comunidad. De hecho, y ante el grave riesgo para la salud, los socialistas pidieron ayer que se haga un censo de los miles de personas que han entrado en contacto con el fuel y se estudien las posibles consecuencias médicas.

Ante la avalancha de ofrecimientos, la escasez de medios y la descoordinación de autoridades comunitarias y nacionales -sólo ahora la Xunta ha decidido poner un teléfono para voluntarios-, los ayuntamientos y cofradías se dedican a la autogestión. Esto ocurre en Camariñas, donde Antonio Alonso, teniente de alcalde, se pasa todos los días de 7.30 a 23.30 enganchado al móvil. "Oye nos faltan botas del 36, 37 y 38. Bueno, y necesito 67 del número 45 para un grupo de senegaleses que viene los martes. El otro día sacaron 22 toneladas. Es que tiran el capazo a seis metros, son tremendos".

Entre los voluntarios se ha corrido la voz de que donde mejor practican esa autogestión es en Aguiño. Quien vaya tendrá equipo. Y al terminar, las mujeres del pueblo, mientras los hombres pescan chapapote, limpian a los voluntarios y les dan de comer. Pero no un bocadillo, sino callos, potajes, empanadas y, por supuesto, mejillones al vapor.

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Un grupo de voluntarios recoge fuel ayer en el cabo Touriñán (A Coruña).
Un grupo de voluntarios recoge fuel ayer en el cabo Touriñán (A Coruña).REUTERS

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