Una nueva visión de la fotografía de Martín Champi

La imagen del Machu Picchu está unida a la cámara del peruano Martín Chambi (1891-1973), cuya obra se ha descubierto en Europa a partir de los años noventa. Casa de América, de Madrid (paseo de Recoletos, 2, www.casamerica.es), presentó ayer una nueva visión del fotógrafo en una exposición de 140 obras, con copias de época, una interpretación indigenista y el contraste con el trabajo de sus contemporáneos.

La exposición Martín Chambi y sus contemporáneos, abierta en el pabellón de Caballerizas de Casa de América hasta el 2 de febrero, forma parte de un proyecto de recuperación histórica de la tradición fotográfica peruana, organizado por la Fundación Telefónica de Lima y el Museo de Arte de Lima, según explicó ayer Natalia Majluf, directora de este museo y comisaria de la exposición.

El año pasado apareció el estudio sobre el primer siglo de la fotografía en Perú, entre 1842 y 1942, y ahora llega a Madrid una muestra con las últimas investigaciones sobre la obra de Martín Chambi, a partir de los archivos familiares y en el contexto de la fotografía en el sur andino. El conocimiento de Chambi en España comenzó en 1990 con una exposición en el Círculo de Bellas Artes basada en nuevas tiradas realizadas por el fotógrafo Castro Prieto. En esta ocasión se presentan una mayoría de copias de época, tal como salieron del estudio del fotógrafo, y en algunos casos viradas o coloreadas a mano.

Natalia Majluf ha seleccionado un panorama de la fotografía en el sur andino, con el recorrido biográfico y profesional de Martín Chambi por Arequipa, Cusco y Puno, y comparaciones con otros trabajos que se realizan en la misma época, obra de autores como Vargas, los Cabrera, Chani, Mora, Ochoa, González, Figueroa Aznar y Mancilla.

El montaje agrupa aspectos temáticos, desde los comienzos pictorialistas, influencia de las revistas ilustradas, hasta la visión "moderna y amplia". La comisaria destaca las aportaciones de Chambi en la fotografía documental y etnográfica, vinculada al indigenismo de los años veinte y treinta, al registrar costumbres y tipos. La variedad de los proyectos aparece en las imágenes del mundo arqueológico, en especial los viajes a Machu Picchu y el Cuzco histórico, además de los retratos de diversos grupos sociales y sus personales autorretratos, que reflejan "su propio proceso de asimilación cultural".