"Los europeos deciden quién entra en la UE, no Washington"

A sus 50 años, Yorgos Papandreu, tiene ante él seis meses de presidencia griega de la UE para consolidarse aún más como el líder político con más futuro en Grecia. Miembro de la ejecutiva del Pasok (Partido Socialista Panhelénico) desde 1996, como ministro de Exteriores no sólo dirigirá la UE a partir del 1 de enero, sino que también tendrá en sus manos el reto histórico de lograr la reunificación de Chipre.

Nacido en Minnesota (Estados Unidos) cuando su padre impartía allí sus clases, este sociólogo se ha formado, antes de saltar a la política, en Estados Unidos, Canadá, Suecia y Reino Unido. En esta entrevista, mantenida en Bruselas, Papandreu se muestra confiado en que la UE es el factor clave para una nueva relación entre Turquía y Grecia.

"Con el actual Gobierno turco ha llegado un nuevo espíritu"

"Un Chipre en paz es clave para las relaciones entre Grecia y Turquía"

Pregunta. El Gobierno griego apoyó que Turquía tuviera una fecha para empezar a negociar su adhesión a la UE. ¿Está usted satisfecho con las decisiones adoptadas por los Quince en Copenhague?

Respuesta. Son muy satisfactorias, y también históricas para Turquía. Le hemos dado a Turquía una verdadera oportunidad y, si puede realmente cumplir los criterios y condiciones, las puertas estarán abiertas para negociar y para entrar después en la UE.

P. Washington ha presionado para dar esa fecha a Turquía.

R. Es comprensible que EE UU tenga un gran interés. En realidad, el interés de todos es ver una Turquía europea y democrática, porque, siendo un país islámico, puede también creer en nuestros mismos valores. No es contradictorio. Eso queremos demostrar: se puede ser musulmán, o de cualquier otra religión, y creer en valores básicos de derechos humanos, democracia... Pero para entrar en la UE hay que cumplir los criterios de Copenhague , no los de Washington... Nadie ha dicho lo contrario, pero ha de ser un claro mensaje para todo candidato: es la familia europea la que decide quién puede entrar o no.

P. ¿No hay también razones estratégicas al desear ver a Turquía en la UE?

R. Las razones estratégicas, como tales, no son las reales para entrar en la UE. No es la fuerza militar el criterio o la condición, sino la determinación para apoyar nuestros valores comunes por encima de la pura geografía. Defendemos la libertad, la democracia, la estabilidad, los derechos humanos, las relaciones pacíficas con los vecinos, la solidaridad, el desarrollo social, el respeto a las minorías, a las religiones, culturas... Es ésa la fuerza que Europa aprecia.

P. Usted insiste en que el camino de Turquía hacia la UE está ligado a la resolución del problema de Chipre.

R. Todos esperamos que Chipre entre en la UE como un país unido, reunificado. Y será posible porque Chipre avanza hacia la UE, porque Turquía también lo hace y porque Grecia ya está dentro. No es lógico que haya un muro en Chipre. Eso no es europeo. Más bien nos identificamos con la ausencia de fronteras, de muros, con la no división de la gente por su origen cultural, étnico o religioso. Turcochipriotas y grecochipriotas quieren buscar una solución basada en las propuestas que ha presentado Kofi Annan.

P. En 1999, los líderes europeos decidieron abrir las puertas de la Unión a la parte griega de Chipre. Así se ha confirmado ahora en Copenhague. ¿No da una clara ventaja a Grecia a la hora de negociar el futuro de Chipre?

R. En 1999 la UE abrió sus puertas al Gobierno reconocido de Chipre, que oficialmente representa a toda la isla y en la práctica sólo a la parte griega. Y se hizo a favor de los grecochipriotas y de los turcochipriotas. Las puertas también se abrieron para la parte turca siempre que antes se alcance una solución.

P. Sin acuerdo, sólo entraría en la UE la parte sur y Turquía absorbería la zona norte. La isla quedaría dividida ya para siempre.

R. Sí, efectivamente. Es un temor que está presente. Mantener el problema abierto podría llevarnos a una división definitiva de facto, muy negativa para la estabilidad de toda la región. Pero tanto Grecia como Turquía quieren encontrar una solución, como las dos comunidades de la isla, aunque el líder de la parte turca no ha estado especialmente positivo. Han cambiado mucho las cosas.

P. ¿Cuál es la clave de ese cambio? Porque el Gobierno turco mantenía hasta hace sólo unos meses que el conflicto chipriota ya se solucionó en 1974 con la ocupación militar de la zona norte.

R. Así es. Pero Europa ha sido crucial. Tanto el Chipre griego como el turco se ven a sí mismos bajo el techo común de una UE, con sus culturas y grupos étnicos bien protegidos. También ha influido que Turquía se vea a sí misma en el futuro como parte de la Unión. Y también ha sido crucial el cambio de Gobierno en Turquía. Con él ha llegado un nuevo espíritu, más en el camino hacia Europa.

P. Por todo eso, junto al plan de la ONU sobre Chipre, quizás estamos ante una oportunidad única para llegar a un acuerdo.

R. Sí. El plan de Kofi Annan lo propicia. Todo el mundo trabaja con la vista en el 28 de febrero, aunque no es una fecha límite.

P. Si el 28 de febrero no es un límite, ¿lo sería en todo caso el 1 de mayo de 2004, cuando Chipre entrará en la UE?

R. No querría poner fechas. Cuanto antes llegue el acuerdo, mejor.

P. ¿Cree que el líder turcochipriota, Rauf Denktash, es intransigente?

R. Hasta ahora lo ha sido. Sus declaraciones de estos días no ayudan, pero esperamos que cambie, porque su actitud va contra los intereses de la comunidad turca de Chipre.

P. ¿Qué papel están jugando los militares turcos?

P. No tenemos contacto directo con el Ejército turco. Se dice que hay problemas de seguridad en Chipre... ¿Cómo un Chipre desmilitarizado, según el plan de Annan, puede suponer una amenaza o un problema ni para Turquía ni para Grecia ni para nadie en la región? Es un temor exagerado. Un Chipre en paz es clave para las relaciones entre Grecia y Turquía.

P. ¿Es inevitable la guerra contra Irak?

R. Esperamos que haya una solución diplomática. En Europa lo esperamos todos. Sería una gran victoria que mostraría la fuerza de la ONU.