Los españoles son los europeos que más se oponen a la guerra

La mayoría de los españoles no quiere que EE UU invada Irak, pero justificaría un ataque si se demuestra que Sadam Husein dispone de armas de destrucción masiva, según revela la primera encuesta destinada exclusivamente a averiguar qué opinan los ciudadanos sobre asuntos de actualidad internacional.

El Barómetro del Real Instituto Elcano (BRIE), elaborado en noviembre mediante 1.200 entrevistas y presentado ayer, muestra que España es, con gran diferencia, el país europeo que más se opone a una ofensiva contra Irak. El 61% de los encuestados considera que EE UU no debería invadir el país árabe, comparado con el 26% de la media europea reflejado en encuestas similares. La opción de apoyar una invasión estadounidense de Irak con la aprobación de la ONU y el apoyo de los aliados fue la escogida por el 24% de los encuestados españoles, frente al 60% de la media europea. España vuelve a destacar por ser el país con menor disposición a dar su apoyo incondicional a EE UU: sólo un 2% se mostró partidario de respaldar un ataque en solitario de Washington.

Pero la oposición española a una ofensiva contra Irak cambia sustancialmente si se recuerdan los motivos de un posible ataque. Un 60% -prácticamente el mismo porcentaje que se opone a la invasión estadounidense- considera que sería justificable atacar si Irak tuviera armas de destrucción masiva. "La clave de esa aparente contradicción", apuntan los responsables del Instituto Elcano, "podría estar en el rechazo del liderazgo norteamericano".

En efecto, de los países europeos, España es el más crítico con la política exterior estadounidense. Sólo un 2% de los españoles cree "muy deseable" un liderazgo fuerte de EE UU, mientras que la media europea casi alcanza el 20%. La opción "algo deseable", que en Europa atrae al 40% de los encuestados, baja en España hasta el 20%.

El primer barómetro del Instituto Elcano muestra también que, a juicio de la gran mayoría de los encuestados (un 73%), la prioridad de la política exterior española debe ser Europa, un europeísmo que contrasta con el alto nivel de desconocimiento y desinterés por los temas europeos. El 90% de los encuestados ignora cuáles son los objetivos de la Convención sobre el Futuro de la Unión Europea que preside Valéry Giscard d'Estaing -sólo uno de cada cien acierta a mencionar el objetivo de elaborar un borrador de Constitución- y el 80% desconoce por completo cuáles son los países en vías de adhesión a la UE. Sólo el 13% de los encuestados reconoce a Polonia como país candidato.

Un español, Javier Solana, máximo responsable de la política exterior de la UE, es el líder más valorado por los españoles en el ámbito internacional. De una lista de 13 políticos y una puntuación de 0 a 10, Solana obtiene un 6, seguido del secretario general de la ONU, Kofi Annan (5,5) y el presidente electo de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, con un 5. En el extremo opuesto se sitúan Sadam Husein (1,5), el primer ministro israelí, Ariel Sharon (1,9), George W. Bush y Fidel Castro, ambos con un 3.

El Real Instituto Elcano, que tiene previsto publicar su barómetro cada cuatro meses, destaca también la división de la opinión pública respecto del contencioso de Gibraltar. Mientras que el 40% de los encuestados defiende la soberanía exclusiva española del Peñón y el 30% se decanta por la soberanía conjunta con el Reino Unido, el 29% optó por la respuesta no sabe / no contesta. Para uno de cada tres entrevistados, la causa principal de las tensiones entre España y Marruecos es la inmigración ilegal. Uno de cada cuatro apunta al futuro de Ceuta y Melilla y a cuestiones económicas, mientras que sólo uno de cada diez piensa en el Sáhara Occidental.