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El Papa da luz verde a las normas contra la pederastia en EE UU

El texto reafirma la presunción de inocencia de los curas acusados

La Conferencia Episcopal de Estados Unidos recibió ayer el visto bueno -recognitio- del Vaticano para comenzar a aplicar las normas especiales aprobadas para afrontar los casos de curas pederastas que han desencadenado uno de los mayores escándalos en la historia moderna de la Iglesia católica. La recognitio, escrita en latín, va acompañada de una carta del prefecto de la Congregación de los Obispos, cardenal Giovanni Battista Re, en la que se califican los abusos sexuales de "crimen", que debe afrontarse "con las penas más severas, sin excluir la reducción al estado laico", del responsable. La Santa Sede rechazó el mes pasado un primer borrador presentado por la Conferencia Episcopal de Estados Unidos por considerarlo excesivamente severo.

La aprobación canónica del Vaticano llega después de que los obispos americanos hayan pulido convenientemente el texto inicial de las normas, partidario de la tolerancia cero, es decir de la expulsión inmediata de un sacerdote acusado de cometer abusos sexuales. No es casual que el cardenal Re haga referencia en su carta, dirigida al presidente de los obispos de Estados Unidos, Wilton Gregory, al "derecho a la defensa" que asiste a todo acusado y reafirme la importancia de la presunción de inocencia, hasta que se demuestre lo contrario, de que deben gozar los sacerdotes sospechosos. En octubre pasado, la jerarquía de la Santa Sede y los mayores expertos en Derecho Canónico rechazaron el texto inicial consensuado por los obispos de Estados Unidos, que disgustó también al Papa. Juan Pablo II encontró en el espíritu de la tolerancia cero, asumida por aquellas normas, similitudes con los "juicios sumarísimos" dictatoriales, y ordenó los cambios.

Combatir y prevenir

"La Santa Sede", añade el cardenal Re en su carta, redactada en inglés, "apoya completamente los esfuerzos de los obispos para combatir y prevenir este mal". "La ley universal de la Iglesia ha reconocido siempre este delito como una de las ofensas más graves que los ministros sagrados puedan cometer, y ha establecido incluso que sean castigados con las penas más severas sin excluir, si el caso lo requiere, la reducción al estado laico". Re recuerda las frases de condena pronunciadas por el Papa hacia quienes corrompen a los menores.

"La Santa Sede se siente espiritualmente unida a las víctimas de los abusos y a sus familia", se lee en la carta, "y estimula la preocupación particular hacia ellos de los obispos, de los párrocos y de toda la comunidad católica".

El Vaticano confía en que las normas, en su actual formulación puedan ofrecer la protección requerida a los menores, estableciendo a la vez "rigurosos y precisos procedimientos para castigar de forma justa a quienes sean culpables de ofensas tan abominables".

Juan Pablo II, en la audiencia de ayer.
Juan Pablo II, en la audiencia de ayer.ASSOCIATED PRESS

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