Chaves prepara ya su sexta visita a Marruecos ante el próximo regreso de los embajadores

La Consejería de la Presidencia trabaja desde hace días en los preparativos de la sexta visita del presidente de la Junta, Manuel Chaves, a Marruecos, una vez que la crisis diplomática hispano-marroquí está a punto de llegar a su fin. El jefe del Gobierno andaluz quiere ir a Rabat nada más que se normalicen las relaciones, incluso no se descarta que sea en el próximo mes de enero, antes de un viaje que tiene programado a Estados Unidos. En la cartera, Chaves tiene pendiente la firma del Plan de Desarrollo Transfronterizo (PDT), el programa de cooperación más ambicioso de la Junta en toda su historia.

El PDT tiene una vigencia de cinco años (2001-2005) y un presupuesto global de 45 millones de euros, la mayor partida dedicada nunca a cooperación por la Junta de Andalucía. Su firma -aunque no su desarrollo-, nunca ha sido posible a causa de diversas vicisitudes: primero fue el conflicto pesquero por la no renovación del acuerdo entre la Unión Europea y Marruecos el que desaconsejó la rúbrica y, posteriormente, la retirada del embajador marroquí.

Desde la Administración autonómica se han ido ejecutando los programas de desarrollo que estaban comprometidos, pero Chaves dio la orden de parar los nuevos proyectos hasta en tanto no se restableciera las relaciones diplomáticas entre España y el Reino de Marruecos.

La Junta ha sorteado esta incómoda situación, sin romper nunca con los interlocutores marroquíes, pero tampoco yendo más allá en las relaciones. "Hemos sido la única institución española que ha tenido representación marroquí en los actos que hemos organizado", afirma el diplomático Bernardino León Gross, director de la Fundación de las Tres Culturas del Mediterráneo, quien reconoce que "ha habido un empeño" en que no se paralizaran los contactos. Incluso el nombramiento de León Gross no está consumado oficialmente porque el patronato de la fundación, en la que participan Marruecos, Andalucía, instituciones no gubernamentales de Israel y una representación de la Autoridad Palestina.

Durante estos 15 meses de tensas relaciones entre España y Marruecos, la Junta ha seguido manteniendo los contactos con su principal interlocutor, el consejero real e impulso de la fundación, André Azulay, con el que el consejero de la Presidencia, Gaspar Zarrías, ya ha entablado conversaciones sobre la visita de Manuel Chaves a Rabat.

Zarrías asegura que la cooperación con Marruecos "ha sido, es y será prioritaria" para Andalucía y reconoce que "las malas relaciones" de estos meses "no han permitido llevar el ritmo" deseado en las actuaciones previstas. "Una vez reestablecidas las relaciones podremos recuperar el tiempo perdido y cumplir con las inversiones y con los plazos que teníamos establecidos", asegura.

Los ejes prioritarios de la actuación de la Junta se desarrollan en materia de servicios sociales básicos, desarrollo social, fomento de la economía social, inversiones en materia de infraestructura y agua, formación de funcionarios de las Administraciones local y regional, medio ambiente y energías alternativas y rehabilitación del patrimonio histórico. Estas iniciativas se concentran en el norte de Marruecos (Chefchaouen, Larache, Tánger, Tetuán, Taza, Taounate, Alhucemas, Jerada, Berkane, Taourit, Figuig y Nador).

Además hay pendiente de concretar otros temas como es el Observatorio Marino Andalucía-Marruecos (OMAR), una iniciativa que fue propuesta por el rey Mohamed VI al presidente andaluz en su última visita, en octubre de 1999, cuyo proyecto está finalizado.

Presidencia trabaja desde hace días en el sexto viaje de Manuel Chaves a Rabat ante el regreso inminente de los embajadores, previsto para el próximo mes de enero. El presidente andaluz quiere, si es posible, que Marruecos sea su primer destino al exterior del año, antes incluso del viaje que tiene programado a finales del próximo mes a Estados Unidos, donde tiene previsto varios actos para la promoción del Museo Picasso de Málaga.