Irak subraya la importancia de Rusia como socio en el petróleo

El embajador de Irak en Moscú, Abass Jalaf Kunfud, rechazó como inconsistentes las explicaciones de la empresa petrolera rusa Lukoil, según la cual las sanciones económicas contra el régimen de Bagdad no han permitido desarrollar el contrato que firmó en 1997 para la explotación de los yacimientos de Kurna Occidental 2.

La semana pasada, la compañía petrolera iraquí anunció una rescisión unilateral del contrato con Lukoil, que tiene una participación del 68,5% en este proyecto valorado en 20.000 millones de dólares. Sin embargo, Irak no ha rescindido los contratos a Zarubezhneft y Mashinoimport, otras dos empresas rusas, con sendos porcentajes del 3%, respectivamente.

Según el embajador iraquí, cuando se firmó el contrato ya estaba en vigor el régimen de sanciones contra Irak y ello no ha impedido a Zarubezhneft y Mashinoimport trabajar en aquel país. Abass Jalaf Kunfud dijo también que el documento no incluye ninguna cláusula, según la cual haya que esperar a que acabe el régimen de sanciones. "¿Por qué otras compañías pueden trabajar en el régimen de sanciones contra Irak, sin transgredirlas, y Lukoil no puede?", preguntó retóricamente el embajador ayer en una rueda de prensa.

Colaboración

El diplomático quiso subrayar, no obstante, que la rescisión del contrato era puramente económica. "Rusia es una gran potencia, miembro permanente del Consejo de Seguridad y tiene grandes intereses en nuestra región y no cambiará su posición por algunos barriles de petróleo", señaló, para agregar después que Irak apuesta por Rusia para explotar sus yacimientos y que "el petróleo y el gas, siempre estuvieron, están y estarán en manos de nuestros socios estratégicos rusos". "De hecho, toda la infraestructura petrolera de Irak se encuentra en manos de Rusia y no se puede borrar en un segundo una colaboración de tal envergadura", añadió.

Por su parte, el Ministerio de Exteriores ruso publicó ayer un comunicado en el que lamentaba la decisión de cancelar el contrato y señalaba que ésta "no está en consonancia con el carácter amistoso de las relaciones entre Rusia e Irak y el nivel de las relaciones bilaterales en diferentes campos". El comunicado expresaba "incomprensión" por el momento elegido para cancelar el contrato, justamente cuando Rusia intenta rebajar las tensiones sobre Irak y aspira, "conjuntamente con otros países", a lograr una solución por la vía política.

En ese mismo tono se expresó ayer el presidente de Lukoil en una entrevista televisiva, tras la actitud más categórica adoptada la víspera por los portavoces de su empresa, que amenazaban con los tribunales. Para Lukoil, la decisión iraquí no tiene validez jurídica, ya que el contrato sólo se puede rescindir en determinadas condiciones, que incluyen un preaviso de tres meses.