La oposición recuerda a Ibarretxe que es él quien debe buscar los apoyos al presupuesto

La vicelehendakari acusó a PP y PSE de haber practicado el 'escapismo', por no asumir su responsabilidad, el 'simplismo', por despachar las cuentas con acusaciones de 'soberanismo' e incluso el 'ostracismo' respecto al presupuesto. 'Nadie ha querido hablar con el Gobierno' dijo, y ese rechazo 'nada tiene que ver con la política prespuestaria y sí con el objetivo de torpedear la acción del ejecutivo'. PNV, EA e IU insistirían luego en parecidos argumentos. El secretario general del PSE-EE, Patxi López, en labor de portavoz del grupo socialista, afirmó que los presupuestos presentados están 'absolutamente contaminados' por la propuesta de libre asociación del lehendakari. Y le recordó que fue el mismo Ibarretxe quien advirtió en su día a su grupo de que ningún acuerdo parcial sería posible si no se producía antes otro 'de fondo' sobre la pacificación y la normalización vasca. A ello se agarró López para rechazar unas cuentas que avalan la política 'rupturista' de Ibarretxe y que, a su juicio, tampoco abordan satisfactoriamente ni las libertades ni las politicas sectoriales. López criticó en particular la de Vivienda, en manos de IU. El portavoz del PP, Leopoldo Barreda, planteó un ataque a las cuentas semejante al de los socialistas, afirmando que los presupuestos de 2003 introducen 'la apuesta independentista' y 'la liquidación del Estatuto', y negó que los intentos de diálogo reivindicados por Zenarruzabeitia hayan ido más allá de 'encuentros protocolarios'. 'El Gobierno no aprendió nada el año pasado' y 'está a otra cosa', dijo. Añadió que las cuentas 'no están al servicio de la ciudadanía, sino que ofrecen cobertura a actuaciones sectarias', como el Observatorio de Derechos Humanos de Ibarretxe, al que tachó de 'chiringuito de libre designación'. Desde el lado opuesto, el portavoz de la suspendida Batasuan, Arnaldo Otegi, despachó el principio de su intervención calificando de 'solemne tontería' la afirmación de la vicelehendakari sobre la existencia de un pacto entre su grupo, el PP y el PSE. Calificó el proyecto de 'colaboracionista con el Estado' y reprochó al Gobierno que ni siquiera incluya partida alguna para asumir competencias no transferidas, como anunció que haría. Otegi coincidió con PP y PSE en un único argumento: su negativa a aceptar que la responsabilidad de la aprobación o rechazo de las cuentas sea de la oposición, como sostuvo Zenarruzabeitia, y no del propio Gobierno.