El Gobierno venezolano baraja el adelanto de las elecciones

El Gobierno venezolano prepara una propuesta de enmienda constitucional, a discutirse en la Asamblea Nacional, que permitirá un adelanto de las elecciones presidenciales incorporando la doble vuelta, según el candidato presidencial opositor Francisco Arias Cárdenas, que mantiene contactos con el oficialismo. La eventual convocatoria a las urnas deberá ser aprobada en referéndum el próximo 2 de febrero.

Inicialmente el referéndum hubiera debido preguntar sobre la renuncia del presidente, Hugo Chávez. Cárdenas, coronel retirado, fue compañero del jefe de Estado cuando éste era teniente coronel, durante el frustrado golpe de febrero de 1992 contra el Gobierno de Carlos Andrés Pérez. Cárdenas abandonó la revolución bolivariana denunciado que se encaminaba hacia una dictadura. "La elección general es el único camino que te permitiría ganar unos meses para recuperar espacios y pelear políticamente en otras condiciones", aconseja a Chávez en una carta. "Una retirada no es una derrota. Puede ser una manera de prepararse para venir con más empeño y con firmeza construir con el aprendizaje".

Paralelamente, la suspensión de actividades de ocho de los 20 magistrados del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), sumándose de hecho al paro político, impedirá que la máxima instancia, tan polarizada como la propia sociedad, pueda dictar sentencias. Los ocho magistrados dijeron ser "víctimas de prácticas perversas" y de la persecución de la policía de investigaciones. "Tenemos que mantenernos imparciales", lamentó Iván Rincón, presidente del tribunal, que no secunda la protesta.

La huelga cumple hoy su undécimo día de duración, con manifestaciones callejeras y una algarabía de declaraciones catastrofistas. El Gobierno y la oposición no han solucionado aún sus diferencias en la mesa de negociaciones que promueve César Gaviria, secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA). Las últimas sesiones no ofrecieron ningún avance sustancial y se vieron perturbadas por incidentes a los que Gaviria tuvo que dedicar tiempo y esfuerzo, como los actos de acoso e intimidación que tanto medios informativos de oposición como oficiales han sufrido de parte de simpatizantes del bando contrario. "No puedo decir que hemos avanzado mucho", reconoció Gaviria tras la reunión del pasado martes. El estancamiento en la mesa de negociación puede seguir mientras no se decante el pulso que mantienen Gobierno y oposición por el control del vital grupo estatal Petróleos de Venezuela SA (PDVSA). La profunda crisis en PDVSA comenzó el miércoles de la semana pasada, dos días después de arrancar la huelga general en vigor, cuando un grupo de gerentes y directivos de la empresa se sumaron al paro. El ex secretario general de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) y presidente de PDVSA, Alí Rodríguez, calificó de "sabotaje" la acción de los gerentes y su actitud de "terrorista". La operatividad de PDVSA, quinto exportador mundial de crudo, es esencial para la economía venezolana, a la que proporciona cerca de la mitad de los ingresos del presupuesto nacional y el 80% de las divisas. Portavoces que continúan en la dirección de la empresa dijeron que los técnicos ejecutivos que se sumaron a la huelga cerraron válvulas y retuvieron órdenes en el sistema informático, entre otras acciones, con el fin de parar la actividad. Venezuela pierde 50 millones de dólares diarios en exportaciones por la parálisis de PDVSA, según el ministro de Energía, Rafael Ramírez. El Gobierno maniobra para evitar el colapso de PDVSA, y la oposición, para apuntarlo. Los efectos de la huelga ya se notan en el abastecimiento de productos.