El PSE-EE descarta otro acuerdo presupuestario en Vizcaya

El PSE-EE considera "prácticamente imposible" un acuerdo con el PNV para aprobar los presupuestos de la Diputación de Vizcaya para 2003. Tras el pacto de este año, los socialistas argumentan ahora la situación política vasca y la inminencia de las elecciones municipales, en mayo próximo, para descartar el pacto. La Diputación, que asegura tener elaboradas las cuentas, decidirá si las presenta en función de lo que ocurra con los presupuestos del Gobierno.

El Ejecutivo vizcaíno parece abocado a prorrogar las cuentas por segunda vez en la legislatura. En 2000 sacó adelante el presupuesto merced al pacto con Batasuna y en 2001, tras la ruptura de la tregua, no logró apoyos pese a los acercamientos a los socialistas; este año hubo acuerdo con el PSE, el primer institucional entre ambas fuerzas desde 1998.

Para 2003, año en el que la actividad de las Juntas Generales apenas se desarrollará durante unos meses por las elecciones municipales y forales de mayo, no hay buenas perspectivas. Los socialistas admiten que "no hay posibilidad" de acuerdo. "Tenemos dificultades incluso para sentarnos a hablar", aseguran fuentes socialistas en referencia a las divergencias entre ambos partidos tras el plan soberanista del lehendakari y la cercanía de los comicios.

Los mismos medios añaden que el PNV "tampoco muestra mucho interés", ya que, a menos de un mes para cerrar el año, no han presentado su proyecto presupuestario. El año pasado, el diputado de Hacienda, Javier Urizarbarrena, lo hizo públicamente a mediados de noviembre. "A nosotros no se han dirigido ni oficiosamente y por supuesto no nos han presentado ninguna cifra", señalan en la dirección socialista.

El proyecto económico para 2003 ya está elaborado, según un portavoz foral, pero la Diputación ha decidido esperar al debate de los presupuestos en el Parlamento vasco, previsto para el día 13. "Veremos lo que pasa y esperaremos", aseguró.

Los nacionalistas aún no han decidido siquiera si presentarán los presupuestos para su debate en las Juntas Generales y admiten que no se ha iniciado ningún tipo de negociación formal con la oposición, aunque "ha habido algunos toques".

Las relaciones políticas en Vizcaya y la aritmética electoral sólo permiten un acuerdo entre nacionalistas y socialistas. El acuerdo del PNV con el PP es imposible por la nula sintonía entre ambas formaciones; con la suspendida Batasuna no hay posibilidad mientras no condene la violencia de ETA. IU tiene una presencia testimonial al disponer de un único representante en las Juntas.

El actual presupuesto de Vizcaya tiene un gasto de 644,5 millones de euros. El acuerdo con los socialistas en este ejercicio era fundamental para PNV y EA, puesto que ha permitido impulsar el magno plan de nuevos accesos a Bilbao. Se trata de una inversión de 465 millones para construir la Supersur, una gran variante paralela a la A-8 -discurrirá entre Arrigorriaga y Trapagaran-. Además el pacto permitió mantener el peaje en la A-8 a partir de junio, cuando termina la concesión privada.