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Demolida la antigua Casa de Baños de Embajadores

El año pasado, más de 63.000 ciudadanos usaron para su higiene las duchas municipales

Unas obras de rehabilitación han acabado, una vez más, con el derribo de un inmueble arraigado en la historia de la ciudad. Si en julio pasado cayó bajo la piqueta el Casón de Iván de Vargas, donde San Isidro, patrón de Madrid, vivió en el siglo XI, ahora le ha tocado a un inmueble popular del entorno del Rastro: la Casa de Baños, en la glorieta de Embajadores. El Ayuntamiento anunció hace un año su rehabilitación para modernizar las instalaciones. Hoy sólo hay un solar. En Gerencia de Urbanismo afirman que el edificio no aguantaba y que se hará uno nuevo en ocho meses.

En el siglo XXI no todas las viviendas de la capital cuentan con un baño para la higiene personal de sus inquilinos. La falta de duchas se registra especialmente en los inmuebles del casco antiguo, en el entorno de Lavapiés y el Madrid de los Austrias, donde subsisten edificios que cuentan como dotación higiénica con un retrete por planta para todos los vecinos.

Para dar mejor servicio a esa población, la Junta Municipal de Centro aprobó en noviembre de 2001 la rehabilitación de la Casa de Baños, situada en el número 5 de la glorieta de Embajadores y una de las más demandadas de las tres existentes, ya que en Lavapiés se concentra el mayor núcleo del llamado chabolismo vertical (infraviviendas) de la capital. Pero lo que se planteó como una actuación de reforma y mejora ha derivado en la demolición del edificio para sustituirlo por otro nuevo.

Las explicaciones dadas por la Gerencia Municipal de Urbanismo son similares a las de anteriores derribos, como el de la casona medieval donde trabajó San Isidro al servicio de Iván de Vargas: "Las condiciones del inmueble hacían imposible mantenerlo en pie y fue derribado siguiendo los informes técnicos", según un portavoz de Urbanismo. Los planes del Ayuntamiento, cuando se planteó la modernización de las instalaciones, eran que la Casa de Baños, fundada en 1928, se mantuviera en servicio durante las obras.

Problema semántico

Para ello, los trabajos se realizarían con dos proyectos de obras: uno para el ala norte y otro para el ala sur. "Primero se iba a acondicionar el ala norte, y, concluidos los trabajos, los vecinos podrían utilizarla mientras se trabajaba en la siguiente fase. Pero esto podía implicar riesgo para los usuarios y, aunque es cierto que el Ayuntamiento hablaba de rehabilitación, el proyecto planteó desde un principio la demolición. En realidad, es un problema de tipo semántico", explica la arquitecta responsable de las obras, Carmen Gil.

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Un informe realizado por la empresa Intemac en 1989 señala que el ala norte se encontraba ya entonces "sin uso y apuntalada, debido a la que la estructura amenaza ruina". "Debido al pésimo estado del edificio, al incumplimiento de todo tipo de normativas vigentes, a la capacidad insuficiente para absorber las actuales demandas y a los graves problemas tecnológicos, es imposible acometer la rehabilitación del ala norte sin contemplar una solución integral de todo el edificio", señala el Departamento de Nueva Edificación en la memoria del proyecto. El inmueble no estaba incluido en el Catálogo de Elementos Protegidos y no se necesita, por tanto, autorización para demolerlo.

La Casa de Baños de Embajadores tenía ocho cuartos de baño, 13 duchas, salas de espera para hombres y mujeres, conserjería, urinarios, calderas y carboneras. El inmueble de nueva planta que construirá el Ayuntamiento triplicará la superficie del demolido, pasando de 280 a 780 metros cuadrados, contará con 42 duchas y tendrá un ascensor para facilitar el acceso de las personas con dificultades para desplazarse.

Piedra caliza y granito

Actualmente se está procediendo a la cimentación y el edificio estará construido en el plazo previsto: ocho meses. La demolición no ha implicado tampoco una modificación de la inversión aprobada hace un año: 951.000 euros (159 millones de pesetas). La altura del nuevo edificio, tres plantas, no sobrepasará la del inmueble original (dos plantas), merced a que en el proyecto se reduce la excesiva altura que quedaba libre entre los dos pisos de la primitiva construcción. Con respecto a la fachada, está previsto un chapado de piedra caliza y granito en la base.

Las nuevas instalaciones estarán a disposición de las personas sin hogar, inmigrantes y vecinos de inmuebles cercanos a la glorieta de Embajadores que carecen de duchas en sus viviendas. Mientras concluyen las obras, el Ayuntamiento ha ampliado el horario de la Casa de Baños situada en la plaza de la Cebada (de 8.30 a 20.30). El pasado agosto esa instalación municipal prestó 4.100 servicios, según datos municipales.

En todo 2001 fueron 63.000 los usuarios del servicio de las tres casas de baños existentes en la capital (la de Embajadores, la de La Latina y la de Tetuán, en la calle de Bravo Murillo). El servicio cuesta 0,15 euros (25 pesetas). A cambio de ese dinero, el Ayuntamiento facilita jabón, toalla y agua (20 minutos si es caliente, y sin límite de tiempo si es fría).

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