Tycsa cierra después de no haber aceptado sus trabajadores reducirse el salario el 25%
La filial del grupo Celsa presentó ayer un expediente que afecta a toda la plantilla
La reordenación de la siderurgia se cobra una nueva víctima. Tycsa anuncia un expediente de regulación para toda su plantilla (156 empleados) y el cierre definitivo de sus instalaciones. Es la última respuesta de la empresa, tras la negativa de los trabajadores a reducirse voluntariamente sus salarios en 6.000 euros al año. Tycsa argumenta importantes pérdidas, pero los sindicatos aseguran que se trabaja por encima de la capacidad de la planta. El conflicto no ha hecho más que empezar. "Tycsa está chantajeando a sus empleados", dijo ayer Elías Ruano, de CC OO.
La dirección de Trenzas y Cables de Acero (Tycsa), del grupo Celsa, abrió ayer un expediente de regulación de empleo que afecta a la totalidad de la plantilla de la factoría de Cerdanyola, un total de 156 personas. El martes la dirección se reunió con los trabajadores para anunciarles el cese de la actividad por las pérdidas económicas continuadas y ayer por la tarde presentó el expediente de regulación en el Departamento de Trabajo.
Las pérdidas alegadas por la empresa como motivo del expediente son de 21,2 millones de euros entre 1999 y 2002. El presidente del comité de empresa, Manuel Manchón, cree sin embargo que las razones no son económicas: "La empresa gana dinero, no damos abasto con los pedidos; el expediente es una manera de presionarnos porque no hemos aceptado ni la rebaja salarial de 6.000 euros al año (el25% de los salarios) ni el sistema de método y tiempo que quieren implantar para aumentar la producción el 20%". El comité ha puesto el caso en manos de un abogado.
La reducción de empleos de Tycsa en el Vallès ha sido una constante desde 1998. Hace cuatro años Celsa trasladó la división de pretensados y postensados de cables de Tycsa de Cataluña a Santander. Esta área representaba el 60% de la producción total y la planta pasó de tener 789 trabajadores a 400.
El año pasado, la factoría se trasladó de Barberà a Cerdanyola y pasó de ocupar una nave de más de 80.000 metros cuadrados a una de unos 8.000. Entonces hubo una segunda reducción de empleo: se pasó de 400 trabajadores a 156. "Cuando cerramos la planta de Barberà, la dirección anunció que quería aumentar la producción de 8.000 a 13.000 toneladas al año, ampliando turnos los fines de semana y contratando personal de ETT", explica Manchón. Ya entonces, continúa Manchón, la empresa "quería aplicar el nuevo sistema de método y tiempo, pero se esperó a adquirir Rivière". Rivière está situada junto a la planta de Tycsa de Cerdanyola.
Tycsa está especializada en la fabricación de cables de pesca y es propiedad del grupo Celsa, de Francisco y José Maria Rubiralta. Este grupo empresarial agrupa Nervacero, SA, dedicada a la elaboración de flejo y tubo; la Compañía Española de Laminación, SL, fabricante de mallas y armaduras, y Global Steel Wire. De esta última, dedicada al alambrón y a los productos de trefilería, depende la filial Tycsa.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.