Dinamarca rechaza la extradición a Rusia del líder checheno Zakáyev

El Ministerio de Justicia de Dinamarca puso ayer en libertad a Ajmed Zakáyev, el emisario del líder independentista checheno, Aslán Masjádov, tras rechazar la solicitud de extradición de la fiscalía rusa, que lo implicaba en la toma de rehenes del 23 de octubre en Moscú. La decisión danesa se basa en la insuficiencia de pruebas y supone un golpe a la ofensiva diplomática rusa contra los representantes políticos del separatismo en la pequeña república.

Zakáyev fue detenido el 30 de octubre en Copenhague, donde asistía al Congreso Mundial del Pueblo Checheno. Tras estudiar los materiales solicitados a Moscú, el Ministerio de Justicia danés desestimó la solicitud rusa, alegando que las pruebas presentadas no bastaban para probar la supuesta vinculación de Zakáyev, de 43 años, con la toma de los rehenes y con los otros delitos que se le imputaban, desde atentados contra funcionarios del orden público hasta participación en rebelión armada. La fiscalía rusa quiere llevar el caso a "la Corte Europea de Arbitraje", según declaró en Moscú el jefe de la dirección jurídica internacional del mencionado organismo, Robert Adeljanián. Según el funcionario, la decisión danesa contradice la convención europea de lucha contra el terrorismo.

En nombre de Masjádov, Zakáyev mantuvo un breve contacto con el general Víktor Kazántsev, el representante de Putin para el sur de Rusia, en noviembre pasado en el marco de un fallido intento de diálogo puesto en marcha por el presidente ruso tras el 11-S. El Kremlin había garantizado entonces la inmunidad de Zakáyev, que dispone ahora de un visado del Reino Unido y otro belga.

Mientras tanto, los primeros pleitos de rehenes y familiares de rehenes que perecieron en el teatro Dubrovka fueron ayer aceptados por un tribunal de Moscú, que comenzará a examinarlos el 24 de diciembre. Las demandas de compensación de cinco ex rehenes y tres parientes de ex rehenes, por una suma de 7,5 millones de dólares en su conjunto, alarmaron, por su cuantía, al Ayuntamiento de la capital. De acuerdo con la legislación rusa, las reclamaciones de las víctimas de un acto terrorista se dirigen a las autoridades municipales. Los pleitos no ponen en cuestión la operación de salvamento, en la que se produjeron un mínimo de 129 muertos, la mayoría de ellos a causa de la falta de medidas para neutralizar los efectos del gas utilizado por el comando salvador. Sin embargo, colocado en una incómoda posición, el Ayuntamiento ha apuntado a las instituciones federales que se mantienen al margen de las responsabilidades.

En la república caucásica de Ingushetia, las autoridades rusas clausuraron ayer el campamento de refugiados de Imán, cercano a la localidad de Akí Yurt. El campamento albergaba cerca de 1.500 personas y su cierre confirma las aprensiones y denuncias de las organizaciones de derechos humanos respecto a los planes del Kremlin para forzar a los refugiados chechenos a volver a su república de origen sin tener en cuenta los peligros y la inseguridad. Desde Ginebra, la dirección del Alto Comisario de la ONU para los refugiados criticó el cierre del campamento de Imán y expresó preocupación por sus residentes. Un representante de la organización manifestó que las autoridades rusas habían cerrado el campamento, pese a las exhortaciones para que retrasaran su clausura hasta que se encontrara sitio para realojar a los residentes. Un portavoz de Ministerio de Interior de Ingushetia dijo a la agencia Interfax que los refugiados habían recibido "un alojamiento más cómodo" en casas privadas. En Imán las autoridades rusas habían cortado la luz y la electricidad y el aprovisionamiento a los refugiados, además de privar a la escuela de maestros. Tras los traslados forzosos, quedan cerca de 18.000 refugiados en los campamentos de Ingushetia, que las autoridades de emigración rusas insisten en trasladar a Chechenia antes de fin de año. En la noche del sábado al domingo fue asesinada en aquella república la ex alcaldesa del pueblo de Aljan-Kalá, Malika Umazheva, tiroteada a quemarropa por enmascarados. En abril se había opuesto a una cruel operación de limpieza en su pueblo.