El conflicto de enfermería

Una vez más, las declaraciones del consejero de Sanidad han superado los límites de mi asombro. Con una calculadora y lamentable actitud, se ha permitido decir que el sindicato de enfermería SATSE ha llevado al Parlamento la exigencia de que se pague a las enfermeras y enfermeros 3.000 euros más al año y que el pueblo ha dicho no a esta pretensión.

En ningún momento la Cámara ha debatido sobre una posible subida de 3.000 euros a las enfermeras y enfermeros de Osakidetza. Por tanto, tampoco ha podido ni aprobarla ni rechazarla. Lo que la Cámara trató y rechazó, con los votos de los grupos que forman el actual Gobierno vasco, fue una proposición no de ley que solicitaba exactamente lo que a continuación detallo: "Se pide al Parlamento vasco que en cumplimiento de la Ley de Ordenación Sanitaria de Euskadi, aprobada hace cinco años, inste a Osakidetza a que en el plazo improrrogable de un año, realice la valoración de los puestos de trabajo de sus 22.000 empleados públicos a los efectos de determinar tras esa valoración los complementos específicos de puesto que por responsabilidad, dedicación, penosidad, peligrosidad y dificultad técnica pudieran corresponder a cada trabajador".

Los que impidieron que se instara a Osakidetza a cumplir con la ley pudieron hacerlo en pleno dónde habitualmente siguen la sesión los medios de comunicación, pero decidieron despachar el tema a puerta cerrada.

Al señor Inclán le supera el conflicto. A la vista está que se atreve con cualquier argumento, incluso mentir sobre decisiones tomadas en el Parlamento. Todo vale si con ello consigue convencer de que nuestra reivindicación es injusta. En primavera, el complemento específico era un simple error gramatical. Al comienzo del otoño, ya no se trataba de un error; simplemente era que Osakidetza se negaba a pagar mas a la enfermería por hacer lo mismo. En octubre, el problema estaba en la falta de dinero y en noviembre era el Parlamento quien venía a echarle una mano. Cito textualmente a Inclán: "Han ido al Parlamento, piden 3.000 euros más y el Parlamento les ha dicho que no, el pueblo les ha dicho que no".

Alguien debería reflexionar y no precisamente la enfermería. En los últimos diez años, las enfermeras y enfermeros han soportado congelaciones salariales, decretazos, subidas por debajo del IPC y han respondido a la sobrecarga de trabajo con un importante déficit de personal. Y con todo ello, no se han movilizado.

¿Por qué se movilizan ahora? La enfermería se moviliza ahora por que está en juego su dignidad profesional. Porque Osakidetza se equivocó, incumplió la ley, no se sentó con los sindicatos a realizar la valoración de puestos de sus empleados y lleva tres años insultando a 6.000 enfermeras y enfermeros con un complemento específico de puesto que nos sitúa en el último lugar del reconocimiento profesional. La primera parte de este conflicto ya está escrita. La enfermería ha puesto en ella, voluntad de diálogo y negociación. Osakidetza e Inclán han puesto el no al diálogo y sí al enfrentamiento, la provocación y el intento de desacreditar a los profesionales ante la opinión.