"Rezo cinco veces al día y pido a Dios que me deje libre"
Amina Lawal habla en hausa, el idioma del norte de Nigeria. Ha llegado a Abuja, la capital, para encontrarse con una delegación de Que nadie toque a Caín, una asociación dedicada a conseguir una moratoria internacional de la pena de muerte. Amina tiene 30 años y es musulmana. Es la primera vez que sale de su pueblo. El 22 de marzo fue condenada por el tribunal islámico de Bakori, en Katsina, a la pena de muerte por lapidación. El delito cometido era el adulterio, la prueba su hija Wasila, nacida fuera del matrimonio. Con el apoyo legal de un grupo que lucha por los derechos de las mujeres en Nigeria, Amina apeló al tribunal islámico superior de Funtua. En agosto, el recurso fue rechazado y, según lo dispuesto, Amina Lawal será ejecutada en 2004, cuando haya destetado a su hija.
"No sé si soy fuerte. Miro por mis hijos antes que nada"
Pregunta. ¿Estás casada?
Respuesta. La primera vez tenía casi 14 años. Tuve dos hijos. Después, mi marido empezó a tener problemas y se marchó. Luego me volví a casar y tuve otro hijo. Mi segundo marido no quería que viese a mis padres y le dejé. Más tarde tuve una relación con un hombre del pueblo; de ella ha nacido Wasila, mi hija.
P. ¿Por qué te detuvieron?
R. Cuando mi tripa empezó a crecer, llegaron a casa los militantes del pueblo y me detuvieron. En Kurami todo el mundo conoce a todo el mundo.
P. Qué piensas de las personas que te acusaron?
R. No siento nada hacia ellos. Lo que hicieron fue asunto suyo. Yo sólo respondo ante Dios.
P. ¿Qué pensaste cuando supiste que te habían condenado a la lapidación?
R. En todo hay una intervención divina. Esto es lo que pienso: Dios decide mi destino.
P. ¿Puedes cambiar tu futuro?
R. Sólo Dios puede.
P. ¿Qué piensas de los que están contra la pena de muerte?
R. Son ellos los que han decidido luchar porque piensan que es justo. Lo que hacen es bueno.
P. La ley islámica, la sharía, te ha condenado por haber cometido adulterio. ¿Seguirás teniendo fe en tu religión incluso si tienes que morir por su causa?
R. Me suceda lo que suceda, el islam está por encima de todo.
P. El presidente de Nigeria, Olesegun Obasanjo, ha afirmado que ninguna mujer será lapidada en Nigeria. ¿Qué piensas?
R. No sé leer. He oído hablar de lo que ha dicho. Por lo que sé, el presidente es una buena persona que está haciendo lo que puede.
P. Desde hace meses, periódicos y televisiones del mundo informan al público de tu caso. ¿Por qué has aceptado esta entrevista?
R. Sé que al ayudarme estáis siguiendo vuestro camino. No sería correcto no salir al encuentro.
P. ¿Tienes pesadillas?
R. No me da miedo el futuro. No tengo malos sueños.
P. ¿Qué te hace tan fuerte?
R. No sé si soy fuerte. Miro por mis hijos antes que nada.
P. ¿Qué piensan tus padres?
R. Mi padre está muerto. Mi madre está muy asustada.
P. ¿Qué futuro espera a tu hija?
R. Sé que todo irá bien.
P. ¿Ves la televisión?
R. En casa no hay electricidad.
P. ¿Rezas?
R. Sí, cinco veces al día.
P. ¿Qué pides en tus oraciones?
R. Pido a Dios que me deje libre.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.