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Reportaje:DEMORAS EN LA SANIDAD PÚBLICA

325.000 pacientes esperan entrar en el quirófano

Una investigación del Defensor del Pueblo prueba que los datos oficiales son falsos y edulcoran la realidad

Carlos E. Cué

Esperar más de seis meses para una operación quirúrgica es algo muy frecuente en España. Sucede en todas las comunidades menos en el País Vasco y La Rioja. Y en ocho de ellas hay esperas de más de un año. Así se deduce de un extenso informe del Defensor del Pueblo sobre este problema. Éste concluye que los retrasos han alcanzado un nivel "clínica y socialmente inaceptable" y sitúa la media en los tres meses. Pero eso indica, según el defensor, que un "significativo número de pacientes" esperan años hasta ser operados. En el momento de realizar el estudio había 328.836 personas aguardando una operación. De ellas, 17.633 llevaban más de de seis meses, sobre todo en Canarias.

- 20 meses para una cadera. Para lograr que le coloquen una prótesis de cadera en Cataluña, un paciente tiene que esperar una media de 223 días, más de siete meses. Y si lo que necesita es una prótesis de rodilla, se alargará hasta los 598 días, casi 20 meses. En junio de 2002 había 8.899 personas esperando esta última intervención en esta comunidad.

El estudio califica de "clínica y socialmente inaceptable" que 17.633 enfermos lleven esperando más de seis meses
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Los datos que ofrece el Defensor están prácticamente arañados a los hospitales y consejerías de Sanidad. Porque una de las denuncias más graves es que se ocultan las cifras. Los expertos del Defensor han tenido que visitar personalmente 29 hospitales para hacerse una idea. En muchas ocasiones utilizaron el truco de simular una solicitud de visita para ver para cuándo les citaban. Los resultados son demoledores.

- Riesgo para la integridad física. Los peores datos se refieren, según el estudio, a dolencias que, como el deterioro de la rodilla, impiden el trabajo y por tanto afectan gravemente a la vida diaria de las personas que la sufren. Todo ello, añade, sin olvidar que en muchos otros casos esa demora "puede poner en riesgo la integridad física de los pacientes". El estudio, de casi 250 folios, se ha elaborado con datos del antiguo Insalud, de las comunidades, y sobre todo de las visitas. Todo ello bajo el control del adjunto segundo, Manuel Aguilar.

El caso de Cataluña es un ejemplo, pero el estudio sólo salva al País Vasco, Navarra y La Rioja. Todas las demás tienen problemas graves. En todas, salvo en Euskadi y La Rioja, hay esperas de más de seis meses. Y de más de un año en Asturias, Baleares, Canarias, Cantabria, Cataluña, Comunidad Valenciana, Madrid y Murcia.

- Las peores comunidades. Entre las peores se sitúan Canarias, Cataluña y la Comunidad Valenciana. Hay algunas, como esta última, que tratan de ocultar esa situación y no ofrecen ningún dato al Defensor. Sin embargo, sus técnicos se fueron a visitar hospitales valencianos y comprobaron que algunos, como el de rehabilitación de La Fe, tenía a un 12% de sus pacientes esperando durante más de nueve meses y 204 de ellos más de un año. Mientras, en este mismo centro, un niño espera de media 143 días (casi cinco meses) para neurocirugía y 126 para ortopedia. Hurgando en las listas del Hospital Universitario de Alicante, los redactores del informe encontraron personas que llevaban 21 meses, casi dos años, ansiando una operación.

- Las tranferencias empeoran la situación. La transferencia de la sanidad a las comunidades no parece haber resuelto el problema. Más bien al contrario. En Aragón, por ejemplo, se ha pasado de no tener ningún paciente por encima de los seis meses de espera en diciembre de 2001 a más de 500 en mayo de 2002. Madrid, con 53.552 pacientes en junio de este año, tenía al 22% de ellos esperando entre tres y seis meses para operarse, un aumento de cinco puntos con respecto a la situación anterior a la transferencia. Un total de 1.015 personas llevaban más de medio año aguardando.

En Galicia, uno de cada tres ciudadanos enfermos se pasan más de tres meses esperando una operación. Y hasta 1.607 de ellos están en esa situación durante más de medio año. La espera media, también aquí, ha aumentado este año de 71 a 85 días.

- Esfuerzos de Andalucía. El estudio destaca los esfuerzos de comunidades como Andalucía, donde se ha pasado en este año de 1.152 a 102 pacientes esperando una operación durante más de seis meses. Esto se debe sobre todo al impulso dado desde el Gobierno autonómico, con el establecimiento de una garantía. A pesar de ello, dice el Defensor, sigue estando entre las peores.

- Varices y cataratas. Las operaciones que sin duda se llevan las cifras más espectaculares de retraso son las de varices y cataratas, ambas especialmente frecuentes en personas de avanzada edad. Suponen, además, los retrasos que más afectan a los ciudadanos porque son las intervenciones más habituales.

- Necesidad de tiempos máximos. Esta garantía de tiempos máximos es precisamente una de las recomendaciones del Defensor, algo que ya viene solicitando desde hace años. El informe concluye que en consultas externas y diagnósticas no hay límites y que son minoría quienes han decidido establecerlo en procedimientos quirúrgicos programados.

- Esperas alargadas. Especialmente grave es una costumbre extendida entre la mayoría de las comunidades autónomas: si el paciente renuncia a operarse en un centro concertado alternativo, fuera de su hospital habitual, que normalmente le merece mayor confianza, pierde la prioridad en las listas de espera. Eso puede alargar incluso un año más su operación, según el informe, de manera totalmente injusta. Es una práctica que el Defensor ha encontrado en casi todos los hospitales que estaban bajo el control del Insalud, especialmente en el madrileño Gregorio Marañón, frente a comunidades como Andalucía, Comunidad Valenciana o Canarias, donde no se sigue este criterio.

- No hay criterios de prioridad. Los expertos han comprobado una práctica que definen como aún más grave: no se ha establecido un criterio explíticito de indicación quirúrgica y de prioridad entre los pacientes. Al final no prevalece la urgencia, sino la antigüedad en la lista de espera ordonaria.

- Las causas: desorganización y falta de medios. Respecto a las causas de los retrasos, el estudio lo tiene claro: la desorganización de los servicios y a la falta de medios de los hospitales para atender a la demanda.

Los técnicos simulan ser pacientes para destapar falsedades

Si hay algo que recorre todo el extenso informe especial que ha realizado el Defensor del Pueblo sobre las listas de espera es una profunda amargura porque nadie le ha ofrecido datos fiables, homogéneos, fáciles de analizar. El texto contiene una crítica durísima: "Un representativo número de servicios de salud manifiestan que los sistemas de información no permiten conocer con exactitud el alcance y extensión de sus respectivas listas de espera y que centros hospitalarios, con presupuestos que superan los 270 millones de euros (45.000 millones de pesetas) y con miles de trabajadores no están informatizados integralmente, lo que imposibilita una información suficiente, actualizada y veraz".Algunas comunidades, como Andalucía y Cataluña, sólo han informado sobre listas de espera quirúrgicas, obviando los datos sobre las consultas, que normalmente agravan mucho la situación que sufren los pacientes.La situación más grave la protagoniza la Comunidad Valenciana. "No ha facilitado ninguno de los indicadores que se le pidieron, limitándose a detallar algunas medidas implantadas para la reducción de tiempos de espera".El Defensor decidió tomar los datos por su cuenta. Y por eso sus técnicos visitaron 29 hospitales, en un recorrido que ha concluido en las últimas semanas. Los técnicos hicieron lo mismo que un paciente: pedir hora para una consulta. Y probaron que los datos están falseados. Por ejemplo, les ofrecían consulta ordinaria en reumatología para ocho meses después de la visita al centro, o dos meses y medio en cardiología, cuando las cifras oficiales daban que no había retrasos sustanciales.También quedan en evidencia algunos trucos utilizados para maquillar las listas. Cataluña sólo las contabiliza a partir del tercer mes, y la Comunidad Valenciana retira de las estadísticas a quien acepta tratarse en un centro alternativo.Otra técnica usada en Extremadura era más simple: se dictaron instrucciones para que los médicos no incluyeran en las listas de espera quirúrgica a los pacientes "en tanto no se tuviera la certeza de que podían salir de ella en el periodo máximo fijado de seis meses". Ya no se hace.

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