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Simpatizantes de Batasuna causan incidentes en un pleno del pueblo del etarra muerto

Cerca de medio centenar de simpatizantes de Batasuna causaron anoche incidentes en el pleno del Ayuntamiento de Legazpia, localidad guipuzcoana en la que falleció el pasado sábado -al quitarse la vida, según todos los indicios- el penado de ETA excarcelado Félix Ramón Gil Ostoaga. El ayuntamiento, gobernado por EA-PNV, aprobó una moción de este grupo que deplora la "presión política y mediática" contra el ex recluso, condenado a 298 años de cárcel, de los que cumplió poco más de 13.

La moción, que destaca que el preso fue puesto en libertad "conforme a lo legalmente establecido", critica también la "presión a la que se ve sometida la sociedad vasca por parte de ETA", organización a la que se exige "el cese de su lucha armada". Batasuna (el grupo municipal de Sozialista Abertzaleak) había presentado otra moción en la que pedía que se nombrase hijo predilecto al fallecido, que no se llegó a votar al aprobarse la primera. Ello motivó que los simpatizantes de ETA comenzaran a lanzar huevos y a insultar a los presentes.

Antes de comenzar el pleno, al que sólo asistieron los seis ediles de EA-PNV y los cuatro de Batasuna -los dos socialistas y el único del PP no acudieron-, partidarios de esta última exhibieron en el salón pancartas en euskera con los lemas Los que han cumplido las tres cuartas partes de la condena, a la calle y Ramón asesinado. El pueblo está contigo, informa Europa Press.

Tras leerse las dos mociones, se aprobó la de EA-PNV con el voto a favor de sus seis ediles y la abstención de Sozialista Abertzaleak. El portavoz de este grupo, Eneko Maiz, leyó el texto de su formación y reprochó a EA-PNV que su moción "se queda sólo en las palabras, sin contenido, con mucha palabrería bonita, pero a la hora de defender los derechos de los presos no se hace nada (...) Lo único que hacéis", añadió, "es mandar a la Ertzaintza a los actos que organiza la izquierda abertzale".

Maiz reprochó al grupo mayoritario que había tenido mes y medio para denunciar el "acoso" a Gil Ostoaga y acercarse a su familia. "No lo habéis hecho y ahora es tarde", agregó.

Los simpatizantes de Batasuna se dedicaron a insultar a la prensa, a EA y al PNV. Los primeros fueron tachados de "manipuladores" y "sinvergüenzas"; los ediles de los dos partidos nacionalistas democráticos, de "asquerosos" y "españoles". Desde ese momento arreciaron los ataques a los periodistas, a quienes les dijeron "venid a informar y no a desinformar" y les instaron a dejar el lugar, entre insultos de "buitres", "asesinos" y "manipuladores".

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