"El Ministerio de Sanidad no puede tratar a las autonomías como a menores de edad"

Cuando no hace ni un mes que dejó el Departamento de Interior para tomar las riendas de la política sanitaria catalana, Xavier Pomés (Barcelona, 1948) ha querido reservar buena parte de su agenda para tomar contacto con el sector, que no le es desconocido. Licenciado en Medicina, Pomés ya había trabajado anteriormente en el Departamento de Sanidad, donde ocupó varios cargos entre los años 1986 y 1993: jefe de planificación hospitalaria, subdirector general de recursos económicos y gerente del Instituto Catalán de la Salud.

En su agenda, sin embargo, ha tenido que incluir también un encuentro con la ministra de Sanidad, Ana Pastor (celebrado el pasado lunes), para expresarle su desacuerdo con "la redacción de algunos artículos" del borrador de la nueva Ley de Cohesión y Calidad del Sistema Nacional de Salud. Xavier Pomés considera que la nueva ley pretende retornar al Ministerio de Sanidad competencias que ya están en manos de las autonomías, lo que implicaría "un retroceso" en un proceso (el traspaso de la sanidad a las comunidades autónomas, ya culminado) "considerado bueno y que funciona porque acerca la sanidad y la administración sanitaria a los ciudadanos".

"Al PP no le conviene que la nueva ley de sanidad sea una segunda edición de la Ley de Calidad de la Enseñanza"

"Ceder la gestión de los ambulatorios a entidades ajenas al ICS no significa una privatización de servicios"

Pomés quiere que el texto definitivo de la ley deje claro que el Estado "no está supervisando, organizando y tutelando como si fueran menores de edad". "Estoy de acuerdo en que desde el punto de vista del acceso a la sanidad y de la calidad del servicio han de garantizarse unos mínimos para el conjunto del Estado, sea cual sea el lugar de residencia del usuario, pero hemos de consensuar la forma en que el Estado debe lograr este objetivo", afirma Pomés. "Si el ministerio lo decide todo (planes de salud pública, de calidad del servicio, de farmacia, carteras de servicios, centros sanitarios de referencia...), al final ¿qué harán las comunidades autónomas?, ¿dejarán de gestionar para limitarse a cumplir lo que decida el ministerio?", se pregunta el nuevo consejero, que ha pedido un informe al Instituto de Estudios Autonómicos para determinar si la nueva ley, en su redacción actual, invade compencias autonómicas.

Pomés no descarta recurrir contra la ley ante el Tribunal Constitucional si al final no se atienden sus peticiones, aunque señala que la ministra ha expresado su voluntad de consensuar el texto. "Creo que no conviene ni a la ministra ni al Gobierno del PP que esto se convierta en una segunda edición de la Ley de Calidad de la Enseñanza", dijo Pomés.

En el ámbito de la política sanitaria catalana, Xavier Pomés rechaza, por considerar que plantean "un falso debate", las críticas a la cesión de la gestión de centros de atención primaria a entidades privadas, cooperativas de médicos o fundaciones. El nuevo titular de Sanidad advirtió de que en ningún caso estos nuevos modelos de gestión significan una privatización de servicios, sino que se trata de "encargos de gestión".

Entre los retos que se ha propuesto el nuevo consejero figura "una reflexión serena y en profundidad" sobre la atención primaria y la reforma que está a punto de culminar, 17 años después de haberse iniciado, sin haber logrado los objetivos, según han recriminado usuarios, profesionales, sindicatos y el propio síndic de greuges, Anton Cañellas.

Pomés admitió que "algunos aspectos de la reforma que se planificaron hace 17 años tendrán que replantearse porque hay cosas que han cambiado". Sin embargo, justificó la elevada presión asistencial que sufren algunos centros de atención primaria aportando cifras correspondientes a los últimos cuatro años: mientras que la población catalana sólo ha aumentado el 3,44%, el número de visitas en los ambulatorios se ha incrementado el 56,21%, y el gasto, el 20%. "Si persiste esta tendencia, podría llegar a crear problemas de no sostenibilidad del sistema a 10 o 15 años vista", advirtió Pomés.