PÍLDORAS

Vacuna contra el papiloma

Una vacuna experimental ha demostrado unos resultados prometedores en la prevención de la infección por el virus del papiloma humano asociado con el cáncer de cuello uterino, según los resultados de un ensayo clínico de fase 2 publicados en el último número del New England Journal of Medicine. La vacuna, que se administra en tres dosis, está diseñada para bloquear la infección del papilomavirus tipo 16, un agente de transmisión sexual que se considera responsable de alrededor de la mitad de los tumores malignos en el cuello del útero. Ninguna de las 1.194 mujeres, sexualmente activas y procedentes de 16 centros médicos en Estados Unidos, que participaron en el ensayo y que recibieron la vacuna se infectó con el virus. Sin embargo, el 3,8% de las 1.198 mujeres que recibieron un placebo sí se infectó con el virus, según el equipo de investigadores, dirigido por Laura Koutsky, de la Universidad de Washington en Seattle. Otros investigadores están probando vacunas que protegen contra el tipo 16 y otros papilomavirus humanos (PVH) que también causan cáncer, como las cepas 18, 31, 33 y 45. "Lo ideal", indican los autores, "sería disponer de un producto que previniera la infección frente a un amplio espectro de ellas".

Inmunización en el mundo

La Organización Mundial de la Salud, en su informe de la situación mundial sobre vacunas e inmunización publicado la semana pasada, advierte de que, si no se adoptan medidas estratégicas urgentes para que la financiación, las investigaciones y la cobertura mundial de vacunación dejen de ser insuficientes, regresarán viejas enfermedades y aparecerán nuevas infecciones en el mundo. El informe señala que, "si bien las vacunas han salvado miles de millones de vidas en el siglo pasado y siguen siendo la manera menos costosa de controlar la propagación de enfermedades infecciosas, no están llegando a las poblaciones que más las necesitan". Las inmunizaciones, concluye el informe, permiten salvar tres millones de vidas por año, pero se podrían salvar tres millones más.

Consumo de 'Cannabis'

Fumar Cannabis en la adolescencia aumenta las posibilidades de padecer depresión y desarrollar esquizofrenia, de acuerdo con tres nuevos estudios que han investigado las relaciones entre esta droga y la aparición de enfermedades mentales, publicados en el British Medical Journal del pasado sábado. Aunque un porro ocasional tal vez no sea dañino, los autores señalan que las personas que comienzan a consumir Cannabis en su adolescencia tienen un riesgo más alto de ser diagnosticadas posteriormente con un trastorno psiquiátrico, y la gravedad de la enfermedad depende de la duración del tiempo de consumo de la droga. "Los adolescentes muy jóvenes que consumen Cannabis corren un riesgo mayor de desarrollar esquizofrenia cuando sean adultos y los que están en un riesgo mucho mayor son los más jóvenes", afirma Louise Arseneault, del Kings College de Londres. Los médicos no entienden bien cómo es que el Cannabis aumenta el riesgo de esquizofrenia y depresión, pero sospechan que la droga afecta al sistema dopaminérgico cerebral asociado con el placer. Se cree que la droga puede desencadenar el comienzo o la recaída de la esquizofrenia en las personas predispuestas a la enfermedad y podría también exacerbar sus síntomas.