Cuando manda la testiculina, las neuronas se retiran
En la edición del pasado día 15, el diputado del PSC-PSOE Joan Ferran arremete contra mí con unas desabridas líneas que demuestran que no ha sabido encajar las críticas que, a mi vez, le formulé en este mismo periódico por su actuación contra la reforma del reglamento de máquinas recreativas de Cataluña y, en particular, sobre la circunstancia de que usara en sede parlamentaria una carta mía dirigida a diversos representantes del sector de los recreativos, tratando de dar a entender supuestas connivencias nuestras con el Gobierno y un supuesto ataque mío contra el Parlament.
Por eso, señor diputado, con ésta, por mi parte, me retiro de la dinámica insultante en la que usted entra con descalificaciones personales contra este ciudadano de a pie que luego comentaré, porque usted es un poderoso diputado de un partido que dice querer gobernarnos y le confieso que, a juzgar por su tono, me da miedo, no por mí, sino por el sector al que pertenezco, que si ustedes llegasen a gobernar y tuviéramos la mala suerte de que a usted específicamente le confiasen responsabilidades o competencias sobre nosotros, me temo que descargaría contra el recreativo por venganza sobre mí toda la inquina y vesania que destila su vitriólico artículo. De manera, señor Ferran, que, si quiere, ya puede contar con que usted es el aceite -que siempre queda por encima-, y yo soy el agua. Eso sí: no quiero retirarme sin hacerle algunas precisiones, más que porque confíe en que le aprovechen a usted y reflexione, por lo que pienso que es mi deber de contribuir a informar al lector. La cosa es así.
El sector del juego no es oscuro y seguimos abiertos al debate sobre la tributación proporcional
Usted me tilda de "caudillo de una simple patrulla". Pues bien: hay sobrada constancia de que, en mis años mozos, combatí contra el caudillo Franco en lucha por las libertades; en cuanto a mi "patrulla", da la casualidad de que era el 90% de nuestro sector el que quería la reforma reglamentaria, en tanto que sólo fue el 10% la porción de empresas a cuyo servicio se puso usted. Lo de servir a los intereses generales, en todo caso, será su interpretación particular e interesada.
Usted dice que de mí sólo queda en las hemerotecas una imagen de conflicto y de mal recuerdo. Lee usted sólo lo que le interesa, pues, siendo cierto que yo no he recibido siempre loas, no lo es menos que hay mucho más sobre mí, relativo a mi trayectoria profesional, positivo (a favor de mis compañeros discapacitados y de otras gentes) que negativo. Por cierto: tuvo usted muy mal gusto el día 14 cuando, en el Parlament, sin duda por la crispación de haber perdido en toda la línea la votación sobre la "muy cañera" moción que presentó contra la política del Gobierno de CIU sobre juego y para cesar al director general, señor Farré, echó mano de comentarios de muy mal gusto y ciertamente vejatorios sobre mi condición de ciego, por lo que le anuncio que pediré formalmente amparo al Molt Honorable President, Joan Rigol, sobre todo, para que nunca más ningún presidente parlamentario permita que ningún diputado imite el precedente que usted ha sentado y se meta con los discapacitados. Con ello, señor Ferran, ha demostrado usted que, además de haberse equivocado al lesionar los intereses de un sector muy digno, no tiene la altura política necesaria para soportar la crítica y es capaz de acudir a los comentarios más hirientes y discriminatorios que le vienen a su belicoso ánimo.
Seguimos estando abiertos al debate sobre la tributación proporcional, porque el sector no es oscuro. Pero nuevamente usted juega con el concepto de lo oscuro contra mí y trata de herirme en mi condición de ciego. Tiene usted razón, señor Ferran, yo vivo en la oscuridad porque no veo; pero le aseguro que los empresarios a los que represento nada tienen de oscuros, ni de opacos.
Finalmente, señor Ferran: no contesta usted a la pregunta sobre su actitud complaciente y complacida en materia del traslado del casino a Barcelona: ¿no puede, no quiere, o las dos cosas a la vez?
En fin, señor Ferran: acepte las críticas y las quejas, aunque sólo sea porque usted vive de los impuestos que pagamos. Y le reitero que me retiro: no me apetece un debate que usted conduce con ciertas hormonas y que yo no permito que pase de las neuronas.
Miguel Durán es secretario general de Cofar.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.