El PP quiere impedir por ley que algunas parroquias impongan fotógrafos propios en las bodas y bautizos

Entre la economía de mercado y la defensa de los intereses de la Iglesia católica, el diputado del Partido Popular Daniel Sirera lo tiene claro: Adam Smith debe prevalecer. Sirera, que es vicesecretario general de organización del partido en Cataluña, ha presentado una proposición no de ley en el Parlament que quiere impedir que las parroquias impongan a su fotógrafo en las ceremonias de bautizos, bodas y comuniones.

"A pesar de que existe el derecho de los ciudadanos de poder elegir libremente los profesionales que deben hacer el reportaje gráfico de la ceremonia, así como elegir al florista que adornará la iglesia, es habitual que, en determinadas parroquias, se obligue a los ciudadanos a contratar estos servicios a profesionales o empresas que realizan esta tarea, en exclusiva, para cada iglesia", sostiene Sirera en la exposición de motivos de su iniciativa.

El alma liberal del diputado -que milita en uno de los partidos que más ha velado por defender los intereses de la Iglesia católica- queda de manifiesto al basar su iniciativa en la Ley de Defensa de la Competencia de 1989 y en la de la Competencia Desleal de 1991. En la proposición, Sirera exige al Gobierno de la Generalitat que "tome las medidas necesarias para evitar las prácticas que limitan el derecho de los ciudadanos a elegir libremente los profesionales que deben hacer los reportajes gráficos de las ceremonias religiosas".

De acuerdo con testimonios recogidos por el diputado, la contratación del fotógrafo que tiene la exclusiva para trabajar en determinadas parroquias suele suponer un "sobrecoste importante". Además, Sirera añade que la mezcla de estilos de distintos fotógrafos -uno para los preparativos y el banquete, otro para la ceremonia- también perjudica a los novios.

Con esta iniciativa, Sirera lleva al Parlament una petición histórica de varias asociaciones de fotógrafos. La Asociación de Fotógrafos de la Provincia de Barcelona ha amenazado incluso con organizar una manifestación el mes próximo ante la sede del Arzobispado de Barcelona si determinadas parroquias mantienen su sistema de exclusivas fotográficas. La proposición no de ley cita explícitamente las iglesias barcelonesas de Santa Maria Reina, Sagrat Cor del Tibidabo, la Mercè, la Concepció, Nostra Senyora del Pi, Pedralbes y Valdonzella como algunos de los lugares donde "se impide a los ciudadanos escoger libremente los fotógrafos" para las ceremonias.

En principio, cada parroquia establece sus propias normas de funcionamiento. Una portavoz del Arzobispado subrayó que las que se aplican en la mayor parte de parroquias son flexibles y que los casos de conflicto son aislados. Asimismo, justificó el establecimiento de determinadas normas por razones prácticas y también porque todos los fotógrafos que trabajan en los templos "deben respetar las normas de respeto de la celebración". El arzobispado está negociando desde hace meses con varias asociaciones de fotógrafos, y en las últimas semanas las posiciones se han aproximado, según Amalarico Román, vicepresidente de la entidad que ha convocado la manifestación.

Sirera está adscrito al sector más liberal del PP, aunque en el partido perviven con fuerza las familias conservadora y democristiana. En la escuela de otoño que las juventudes del partido celebran en Igualada (Anoia) ha vuelto a quedar de manifiesto: ayer intervinieron ante los jóvenes del PP el secretario de Estado de Relaciones con las Cortes, Jorge Fernández Díaz, próximo al Opus Dei, y el ex concejal de CiU en Barcelona Josep Miró Ardèvol, gran animador de la entidad E-cristians.