El pago de un sueldo a todos los ediles de Navarra costará seis millones cada año

El vicepresidente navarro, Rafael Gurrea, que ofreció ayer esta cifra, precisó que de esos seis millones de euros un total de 3,6 millones serán aportados por la Administración foral a través de sus presupuestos y el resto, por los propios consistorios. El Ejecutivo de Miguel Sanz ya ha incluido en sus cuentas del próximo ejercicio una partida de 1,8 millones de euros para este cometido, ya que la ley entrará en vigor el 1 de julio de 2003, después de los comicios municipales.

Se beneficiarán de los pagos trimestrales un total de 272 alcaldes y 2.558 concejales. La mayor parte de los municipios navarros no tiene actualmente establecida retribución alguna para sus corporativos. En el caso de los que sí lo tienen, las nuevas cantidades se sumarían a sus emolumentos en función de sus actuales sueldos.

"Hay que acabar con la vieja cultura de la gratuidad del servicio público", destacó ayer Gurrea, "máxime cuando hoy en día la complejidad del trabajo municipal exige una dedicación casi plena de los electos. El Gobierno y el Parlamento navarros les respaldaremos para superar ese pudor ético que les impide muchas veces dotarse de salarios o mejorar los que ya tienen".

Techo máximo

El acuerdo se convertirá en las próximas semanas en un proyecto de ley en el que se fijará un techo máximo de retribución para alcaldes y concejales en régimen de dedicación exclusiva o parcial y concejales simples. En cada grupo, y en función del número de vecinos del municipio, la ley establecerá el porcentaje del salario que el Gobierno pagará a los alcaldes y concejales, teniendo siempre como referencia un sueldo máximo en cada caso. En función del distinto tamaño de los municipios y los cargos o dedicación de los ediles, los salarios oscilarán entre un mínimo de 869 euros anuales (concejal sin dedicación en localidades de menos de 2.000 habitantes) y 45.075 euros anuales para el alcalde (actualmente alcaldesa, la regionalista Yolanda Barcina) de Pamplona, único ayuntamiento de la comunidad con más de 50.000 habitantes.

"Sabemos que se trata de un dinero por ahora insuficiente para compensar sus esfuerzos y angustias, pero que en seis años, actualizando las cuantías con el IPC más dos puntos anuales, será ya una cantidad más digna", agregó el número dos del Ejecutivo regionalista.

Los socialistas apoyan la filosofía de la medida, aunque su secretario de Organización, Jorge Mori, adelantó que mantienen discrepancias sobre la cuantía económica y la estructura de las ayudas, que intentarán consensuar en los debates parlamentarios.

El porcentaje que el Gobierno aportará varía también en función de la población de las localidades. Como mínimo, el Ejecutivo pagará un 50% de las retribuciones, que puede llegar hasta un 80% en el caso de los 4.207 euros anuales fijados para los alcaldes de localidades de hasta cien personas.

"La autonomía municipal no se toca. Los ayuntamientos y concejos seguirán decidiendo libremente el montante de los sueldos", explicó Gurrea, "pero si hasta ahora tenían que abonar todo el salario por sí mismos, a partir del 1 de julio de 2003 contarán con la ayuda establecida en la ley".

La intención de los promotores de esta iniciativa es iniciar el pago de salarios tras los comicios, es decir, cuando Batasuna esté previsiblemente ilegalizada. La hipótesis de trabajo de UPN, CDN y los socialistas, que suman más del 80% de la representación política regional, es que la formación independentista no pueda presentarse a las municipales, aunque esté trabajando para promover agrupaciones electorales.

Batasuna dirige actualmente 18 localidades navarras que suman 27.000 vecinos. La complejidad del mapa municipal navarro ha hecho que tradicionalmente personas cercanas a Batasuna hayan gobernado también otros municipios como candidaturas locales.