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LA NUEVA OTAN

Putin advierte a Bush contra el peligro de su aliado saudí

Rusia y Estados Unidos planean cómo proteger sus intereses energéticos en Bagdad

Pilar Bonet

El presidente ruso, Vladímir Putin, indicó ayer a su colega estadounidense, George W. Bush, que, antes de embarcarse en una guerra contra Irak, existe aún un trecho por recorrer en la lucha contra el terrorismo. Putin aconsejó a Bush mantenerse en el cauce del Consejo de Seguridad y analizar el papel de países como Arabia Saudí o Pakistán, tras conversar con él durante 80 minutos en la localidad de Púshkino, cerca de San Petersburgo.

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Púshkino, el antiguo lugar de veraneo de los zares conocido por Tsarskoe Seló, fue el escenario de la reunión en la que Bush trasmitió reiteradamente a Putin los "saludos" y la amistad individual y conjunta de los líderes de la OTAN. Bush llegó por la tarde al aeropuerto de San Petersburgo desde Praga, donde había asistido a la cumbre de la Alianza, y se marchó de Rusia dos horas y media después camino de Lituania, que por primera vez en su historia recibió ayer la visita oficial de un presidente estadounidense. En los salones del palacio de Yekaterina, un edificio del siglo XVIII en estilo barroco ruso, Bush volvió a mostrar su admiración por los salones dorados, que ya le habían impresionado en mayo en Moscú y San Petersburgo. Bush prometió volver en mayo próximo para el 300º aniversario de la ciudad natal de Putin.

Un breve comunicado sobre Irak y una breve comparecencia ante un reducido grupo de periodistas fue el resultado de la entrevista, en la cual Bush y Putin estuvieron de acuerdo plenamente en la necesidad de seguir colaborando en la lucha antiterrorista. Rusia y EE UU expresaron su preocupación por "la proliferación de armas de destrucción masiva" y exhortaron a Bagdad a que cumpla "de forma total e inmediata" la resolución 1.441 del Consejo de Seguridad de la ONU. Ambos presidentes apoyaron los esfuerzos de los inspectores de armas de la ONU para cumplir con sus responsabilidades en el marco de las resoluciones del Consejo de Seguridad. Irak debe "cooperar total e incondicionalmente" con la obligación de desarmarse o "afrontar graves consecuencias", señala el comunicado. Ante los medios de comunicación, Putin tomó el tema de Irak por los cuernos y afirmó que "no se debe olvidar quién financia el terrorismo". De los 19 terroristas que cometieron los atentados del 11-S , 16 eran de Arabia Saudí, subrayó el líder ruso. Putin afirmó que Bin Laden se oculta entre Pakistán y Afganistán y, tras elogiar la colaboración del presidente paquistaní, afirmó que, sin embargo, no hay seguridad sobre la existencia de armas de destrucción masiva en Irak. "Hay que cerciorarse de que Irak no tiene armas de destrucción masiva, pero creemos que tenemos que permanecer en el marco de la labor realizada en el Consejo de Seguridad de la ONU", señaló.

Rusia tiene considerables intereses económicos en Irak que desea garantizar en el caso de un ataque. Antes de partir hacia Europa, Bush aseguró a la cadena NTV que Washington está dispuesto a tener en cuenta estos intereses. Irak debe a Rusia cerca de 8.000 millones de dólares y la empresa petrolera Lukoil ha realizado importantes inversiones en Irak. Entre bastidores, representantes de EE UU y Rusia podrían estar hablando ya detalladamente del futuro. Desde las inversiones rusas en Irak al mercado energético estadounidense, pasando por la posible evolución de los precios del crudo. Ayer, en Moscú, el presidente de Lukoil, Vagit Alikpérov, se entrevistó con el vicesecretario de Energía de EE UU, Kyle McSlarrow, según la agencia Interfax. Lukoil, la empresa que ha propuesto tender un oleoducto hasta el puerto de Murmansk con el fin de exportar petróleo a EE UU, tiene una participación mayoritaria en un consorcio para desarrollar el campo petrolero iraquí Kurna 2, donde planea producir 30 millones de toneladas al año, si se levantan las sanciones.

En el campo de la cooperación bilateral, Putin y Bush subrayaron la necesidad de continuar el diálogo energético comenzado en mayo y constataron que "se necesitan inversiones para asegurar el desarrollo del sector energético ruso y el sistema de transporte de fuentes de energía".

Putin (a la derecha) conversa con Bush en San Petersburgo.
Putin (a la derecha) conversa con Bush en San Petersburgo.REUTERS

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Sobre la firma

Pilar Bonet
Es periodista y analista. Durante 34 años fue corresponsal de EL PAÍS en la URSS, Rusia y espacio postsoviético.

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