Argentina levantará el 'corralito' financiero casi un año después de su implantación

El Gobierno argentino desmontó ayer el corralitofinanciero que el pasado diciembre se levantó alrededor de los fondos depositados en cajas de ahorro y cuentas corrientes. Desde el próximo lunes los clientes de los bancos podrán disponer de todo su dinero, que hasta ahora sólo se permitía retirar en cuotas semanales, siempre que no se superaran los 2.000 pesos al mes. De todos modos se mantiene el llamado corralón, que impone límites de hasta 10.000 pesos (unos 3.000 euros) para el retiro de los fondos a plazo fijo y que no fueron canjeados por bonos o títulos de deuda a pagar en 10 años.

El titular de Economía, Roberto Lavagna, convocó ayer a la prensa en Buenos Aires para anunciar el fin del corralito y, al mismo tiempo, buscar alentar a la población, acorralada desde hace meses por la crisis económica. El ministro consideró que el efecto del levantamiento de las restricciones financieras "debería ser positivo" para la economía argentina. Según Lavagna, la medida permitirá la liberación de depósitos por unos 21.000 millones de pesos (unos 6.000 millones de euros) y descartó que ese dinero pueda volcarse masivamente en la compra de billetes estadounidenses.

En el momento de hacer el anuncio de que "las cajas de ahorro y cuentas corrientes pueden pasar a ser cuentas libres, sin ningún tipo de restricción", el ministro de Economía recordó que "ha costado casi un año llegar a este punto". El ex ministro de Economía Domingo Cavallo había impuesto las restricciones al retiro de fondos el 3 de diciembre del pasado año "por 90 días" como medida extrema para evitar la fuga masiva de depósitos del sistema financiero argentino, calculada en unos 19.000 millones de dólares entre marzo y diciembre de 2001. La medida provocó una devaluación de la moneda argentina, el peso, que alcanza ya el 350%. El dólar se vende en el mercado libre a 3,5 pesos.

La decisión provocó una convulsión social que acabó con la renuncia de Cavallo el 19 de diciembre y arrastró al propio presidente Fernando de la Rúa, que abandonó el cargo al día siguiente, cuando se cumplía la mitad de su mandato de cuatro años. La represión policial a los manifestantes que se reunieron esos días espontáneamente en la Plaza de Mayo para protestar en una sucesión de caceroladas acabó con seis muertos en Buenos Aires.

Lavagna dijo que la liberación del corsé financiero era "un paso" más en su política de normalización gradual del sistema financiero y confió en que el total de los fondos "no se volcarán a la compra de dólares". El ministro recordó: "En algún momento la sociedad argentina pasó por riesgos grandes de una posible hiperinflación y afortunadamente nos hemos ido alejando de esa posibilidad y consolidando la situación económica y financiera". De hecho, la liquidez de los bancos ha aumentado progresivamente en los últimos meses. La mayoría de los clientes renovó y mantuvo sus depósitos.

La prórroga de un vencimiento de deuda de 141 millones de dólares resuelta el día anterior por el FMI fue considerada una buena señal. Argentina canceló este año deuda por 4.300 millones de dólares "y no recibió un solo dólar de crédito", añadió Lavagna.

El FMI, con el que el Gobierno argentino lleva un rosario de encuentros y desencuentros este año, aseguró ayer que no tiene intención de "abandonar" a Argentina, aunque advirtió de que sólo ofrecerá su ayuda cuando el Gobierno de Duhalde tenga un plan sustentable, informó la subdirectora, Anne Krüger.

Si Argentina decide afrontar sus compromisos de deuda hasta fines enero, debería disponer de unos 2.586 millones, el 25% de sus reservas actuales. Lavagna negó que ya se haya decidido no pagar nada con reservas si se demora el acuerdo con el FMI. El ministro ratificó además que la financiación de los programas alimentarios y de subsidios a desempleados "están asegurados, haya o no acuerdo con el FMI".

Después de ser instaurado en diciembre del año pasado, las restricciones del corralito se profundizaron durante la gestión del actual presidente, Eduardo Duhalde. A partir de la asunción, en abril último, de Roberto Lavagna como ministro de Economía y la mejora gradual de la situación monetaria y financiera del país, el corralito fue progresivamente flexibilizado. Lavagna decidió, hace dos meses, levantar las restricciones de una parte del corralón (los depósitos a plazo fijo), autorizando la retirada de los depósitos menores a 10.000 pesos (unos 3.000 euros). De esta manera, se liberó al 70% de los depósitos atrapados en el corralón.