El gas y la luz subirán para la mitad del país

El ministro de Economía, Roberto Lavagna, aprovechó su comparecencia ante la prensa para detallar cuánto aumentarán las tarifas de los servicios públicos, otra de las condiciones exigidas por el Fondo Moneterio Internacional (FMI). El 45% de los usuarios de electricidad, con consumos inferiores a 300 kilovatios, se beneficiarán de la "tarifa social", que no contempla subidas. Para los de las categorías superiores, el promedio de aumento es del 9%. El gas subirá, también para los clientes de alto consumo, un 7,2%.

El ministro dijo que las medidas anunciadas "no tienen que ver con la negociación que se sigue con el Fondo Monetario" y recordó que el FMI reclamaba un aumento promedio del 30% de las tarifas de los servicios públicos. Los incrementos se extenderán, previsiblemente, a teléfonos y aguas.

Miguel Ángel Gutiérrez, presidente de Telefónica de Argentina, señaló; "Un 10% de aumento no nos alcanza, y un 15%, tampoco". "Comprendemos la situación, pero no puede ser que aumenten los costos y las tarifas sigan congeladas", señaló.

Lavagna había intentado, sin éxito, conducir un proceso de subida gradual de tarifas consensuado entre los tres actores principales: consumidores, empresas y Gobierno. El camino elegido fue el de las audiencias públicas entre esos protagonistas. La Justicia argentina, sin embargo, ha rechazado sistemáticamente las convocatorias a esas audiencias, argumentando que primero debe resolverse la situación global de los contratos de concesión de las empresas de servicios públicos privatizadas.

El camino del decreto de necesidad y urgencia puede correr la misma suerte que los anteriores intentos gubernamentales y ser automáticamente derogado por la justicia, ya que esa vía está reservada por la Constitución a temas que no pueden esperar los tiempos del Parlamento.