Manolo Valdés expone en Madrid 17 esculturas sobre Nueva York

Le hubiera gustado que se llamara "desde mi ventana" porque algunas de las 17 esculturas que se exhiben en la Galería Marlborough (Orfila, 5) responden exactamente a algunos de los objetos que el pintor Manolo Valdés contempla desde su ventana, en Nueva York, donde vive desde 1989. La muestra, que llega a Madrid tras su paso por Nueva York, es fruto del trabajo del artista en los dos últimos años.

No es la escultura la faceta más conocida del trabajo de Manolo Valdés (Valencia, 1942). De hecho, el pintor confiesa que es la primera vez que le dedica un protagonismo casi total en una muestra. La exposición, abierta hasta el 4 de enero, reúne obras realizadas con bronce, hierro, plomo y representan cabezas de mujer sobre las que destacan estructuras a modo de tocados elaborados a partir de objetos encontrados en la calle o vaciados en metal. "Me siento más modelador que tallador. He juntado materiales tan diferentes como el hierro o el mármol, uniéndolos de manera que cada uno conserve su propia naturaleza. Considero la escultura como un juego al que ir sumando cosas", aclaró el pintor.

Una exposición de estas características, según palabras del artista, no la hubiera podido concebir en Valencia. "Tiene el sabor de la ciudad de Nueva York, no sólo por los desechos que he ido encontrando y que he utilizado para las obras, sino porque algunas, como la que domina el espacio central de la galería, representa la escalera de incendios que contemplaba cada día desde la ventana de mi casa. Me atrajo su textura, su fuerza, y cuando me enteré que la desmontaban me hice con ella. Ahora, la he recuperado haciéndole un tocado, como una de las cabezas de la muestra, Amelie, la musa de Matisse".

Grandes maestros

Valdés, que empezó a despuntar como miembro del Equipo Crónica, ha basado su obra de los últimos años en la manipulación de imágenes de los grandes maestros y su trabajo como escultor es, en cierto modo, una continuación de su obra pictórica. Toda la muestra, a la que se ha titulado con el genérico nombre de Esculturas, es una continuación de su anterior exposición pictórica. "Incluso he utilizado los mismos dibujos", contó el autor, que para la muestra madrileña ha introducido dos imágenes nuevas en las que por primera vez muestra un paisaje: Paisaje de Horta del Ebro, realizada con las planchas de plomo que se encontraban en el tejado de su vivienda, desgastadas por la lluvia y el viento, y que es una recreación de una obra de Picasso, realizada en 1909. "No me planteo como estrategia hacer pintura o escultura, simplemente me dejo llevar. Es algo mágico. Veo algo que me atrae, un material o una obra, llego al estudio y me pongo a trabajar", explica el pintor, que sigue viviendo en Nueva York porque tiene la impresión de que cada día en esa ciudad aprende cosas nuevas.

Como fundador del Equipo Crónica, Valdés asegura que todo lo que aprendió entonces está impreso en su obra actual. "Esta profesión es una acumulación de experiencias", concluye el pintor, cuya obra de los últimos 20 años se expone en una antológica en el Museo Guggenheim de Bilbao.